Desde hace unos días, varias playas de la costa sur menorquina, como Binisafúller, se han visto invadidas de "velella". Empujado por los vientos de sureste, este pequeño hidrozoo de color azul profundo, es ya un visitante habitual de la isla en los meses abril y mayo.
Aunque su contacto es inofensivo para los humanos, su hedor al pudrirse sobre la arena hace de este tipo de medusa un elemento muy molesto para los bañistas. La velella, de aspecto muy parecido a la peligrosa medusa "carabela portuguesa", se mueve impulsada por los vientos gracias a una aleta dorsal en forma de vela y su presencia en Menorca ha sido masiva en los últimos años.
TAMBIÉN LLEGAN LAS MEDUSAS
Aunque su presencia no ha sido tan masiva como la de la velella, las mismas corrientes marinas que han traído a la costa la este hidrozoo han hecho llegar las primeras medusas de la temporada.