La UE aprobó ayer una propuesta para establecer un cargador común para todos los teléfonos móviles, lo que simplificaría el uso de los equipos radioeléctricos y reduciría los residuos y los costes. “Se trata de una iniciativa que, sobre todo, va a beneficiar a los consumidores porque habrá menos costes y va a implicar también que generemos menores desperdicios, ayudando así a proteger el medio ambiente”, ha resaltado la eurodiputada del PP Rosa Estaràs.
El Parlamento pretende que la nueva norma garantice un nivel alto de protección de los consumidores y el uso más eficaz del espectro radioeléctrico, la vigilancia del mercado y un mayor grado de coherencia con el nuevo marco legislativo. También se pide que estas nuevas exigencias no perjudiquen en particular a las pymes, aumentando la burocracia, pero sí que exista un mayor control.
La legislación, ya acordada con los Estados miembros, quiere dar respuesta al gran número de dispositivos móviles y de aplicaciones inalámbricas que han proliferado en los últimos años, lo que ha creado riesgos de interferencia entre los distintos productos.
Los eurodiputados también están de acuerdo en que debe haber medios adicionales para la vigilancia del mercado con el fin de realizar un seguimiento y controlar los productos que no cumplan con las nuevas normas.
Sobre la base de la información proporcionada por los Estados miembros y previa evaluación exhaustiva, la Comisión determinará las categorías de los equipos de radio que tendrán que estar registrados antes de que puedan ser puestos en el mercado, algo que ya ocurre en países como Estados Unidos.
Los Estados miembros tendrán dos años para transponer las normas a sus legislaciones nacionales y los fabricantes tendrán un año más para cumplir esta norma.
