La Trapa lo tiene difícil

20 años después, la finca de La Trapa gestionada por el GOB ha vuelto a sucumbir a las llamas. ya sabemos que esta vez el fuego ha afectado a una mayor superficie arbolada que en el siniestro de hace casi 20 años. Mala noticia. Pero hay un detalle que preocupa aún más a los expertos. Técnicos en gestión medioambiental a los que he acudido a consultar me subrayan como elemento pesimista de cara a una futura reforestación exitosa...la ausencia de piñas. Ir a la montaña a sembrar pinos es necesario pero el éxito de la reforestación pasa por la que se produce de forma natural. Y eso pasa ineludiblemente por las piñas que quedan esparcidas por el suelo y que no han sido abrasadas. En este sentido, La trapa tiene ante sí un serio problema: los pinos plantados hace 19 años no han tenido tiempo suficiente como para empezar a producir piñas. vamos, que no hay. y si no hay piñas, los especialistas aventuran una reforestación más tardía y menos sólida de lo que se puede aventurar hoy en día. Aún así, y esto ya está en la mente de los gestores, ahora lo que toca -en la Trapa y en el resto de zonas afectadas por el incendio- es rezar para que no llueva en septiembre. Si las lluvias otoñales empiezan en septiembre pueden causar una irreperable desertización del terreno. Y ahí ya no se puede replantar.