La tendencia al alza en la ocupación hotelera registrada en Mallorca las últimas temporadas se ha visto interrumpida este verano, en el que se han constatado ocupaciones inferiores a las de años anteriores. Las cifras entre mayo y agosto marcan caídas que se sitúan entre el 0,5 y el 1,5 por ciento, según datos a los que ha tenido acceso mallorcadiario.com. Fuentes del sector consultadas por este diario señalan como causas la rápida recuperación de los mercados competidores, el aumento de plazas de alquiler turístico y la duplicación de la cuota del impuesto del turismo sostenible que ha dejado sentir sus efectos principalmente en el turismo familiar.
Por meses, en mayo se mantuvieron prácticamente los mismos niveles de ocupación que la temporada anterior consiguiendo un 77,2 por ciento frente al 77,7 por ciento de 2017. En junio, el descenso fue de un 1,5 por ciento situándose en un 91,3 por ciento, mientras que en julio, la bajada de la ocupación hotelera fue del 0,8 por ciento, pasando del 94,3 del año 2017 al 93,5 este año. En agosto se recuperaron seis décimas llegando a una ocupación del 94 por ciento en los hoteles de Mallorca, frente al 93,4 del año anterior.
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Como causa añadidas de este parón en las cifras de ocupación, las citadas fuentes señalan el efecto negativo que han supuesto "los mensajes de saturación que se han ido lanzando" y que habrían tenido "una influencia disuasoria en viajeros indecisos, que finalmente se han decantado por otros destinos".
Las altas temperaturas registradas en los tradicionales mercados emisores europeos también puede haber sido un elemento contraproducente, ya que el hecho de que el clima y las temperaturas hayan sido más altas en los países de origen que en la propia Mallorca, "sin duda han influido en la decisión final de viaje", indican las citadas fuentes.