De hecho, inciden en que llevan desde la temporada pasada luchando contra el turismo de borrachera "con todas las herramientas con las que cuentan": tanto en la calle como con expedientes sancionadores a los promotores, "como ya hicimos en 2016".
El Consistorio asegura que no permitirá ningún tipo de actividad o evento que altere el orden público y promueva actitudes incívicas en todo el término municipal. "Ni beber en la calle ni actos vandálicos ni generar ruidos", puntualizan desde el departamento que dirige Angelica Pastor.
A pesar de ello, los vecinos se muestran alertados "porque es más de lo mismo de otros años, y cada vez empieza antes", dice el portavoz de la asociación Ciutat de S'Arenal, Biel Barceló. Lamentan que las autoridades "viniesen, se hiciesen la foto, prometiesen que no habría más turismo de borrachera y sin embargo, todo siga igual", ya que, recuerdan, aunque las excursiones etílicas se terminaron conteniendo y erradicando por la acción policial, las conductas incívicas continuaron durante todo el verano. "El problema es el perfil del turista que se promueve aquí"