"La furia del virus ilustra la locura de la guerra. Por eso, hoy hago un llamamiento a un alto el fuego global inmediato en todos los rincones del mundo", ha dicho el jefe de la ONU en una comparecencia.
Así, ha reclamado a las partes en conflicto "silenciar las armas" con el objetivo de "crear corredores humanitarios, abrir las ventanas de la diplomacia y llevar esperanza a algunos de los lugares más vulnerables ante el Covid-19".
"Nuestro mundo se enfrenta a un enemigo común: el Covid-19", ha declarado, recalcando que "al virus no le importa la nacionalidad o la etnia, la facción o la fe". "Ataca a todos, de forma indiscriminada", ha enfatizado.