La directora general de Turismo del Govern de les Illes Balears, Pilar Carbonell, recibió a la presidenta de CAEB, Carmen Planas, y al gerente de la entidad, Sergio Beltrán. Carbonell escuchó el posicionamiento de la patronal empresarial a la que ella misma perteneció años atrás cuando era presidenta de la asociación de restauración de CAEB, absolutamente contrario al nuevo impuesto turístico que el Ejecutivo quiere llevar al Parlament el año próximo. Además también mostraron su rechazo a todo aumento de la presión fiscal, ya que consideran que afecta negativamente a las inversiones y a la creación de empleo. Esta oposición de los empresarios a la nueva Ecotasa, que no se limita a los hoteleros, es conocida por el Govern, que trata de quitarle importancia en base a un teórico y nunca demostrado respaldo social al nuevo impuesto.
Además CAEB reclama su incorporación en la comisión que decidirá el destino del dinero que se recaude con este polémico impuesto, comisión formada por las diversas instituciones, agentes sociales y económicos y entidades ecologistas, lo cual es absolutamente razonable y una petición digna de ser atendida, dada la representatividad de CAEB.
El impuesto turístico suscita adhesiones pero también rechazos. Está en la mano del Govern trabajar para intentar reducir al máximo a los que están en contra de este nuevo tributo, de forma que a través del diálogo y la negociación, se limiten en lo posible todos los aspectos que están siendo criticados. Si el Ejecutivo no hace un ejercicio de flexibilidad en este asunto, demostrará no haber aprendido nada de lo sucedido cuando la Ecotasa fue aprobada por primera vez. La imposición pura y dura, y las posiciones de fuerza ya no sirven.