Madrid, (EFE).- Azules como zafiros, rojos tan intensos como un rubí, gris platino, tintas que se engarzan para recrear las joyas fotográficas de Annie Leibovitz, una artista que celebra 40 años de profesión con un libro de dimensiones extraordinarias en el que se perciben los pequeños detalles de cada imagen.
Leibovitz ha captado y recreado momentos que ya son parte de la historia fotográfica universal. Instantáneas que muestran la parte más desconocida del mundo del cine o del deporte, de iconos de la música, de auténticos desconocidos y de objetos llenos de simbolismo.
Edición limitada
Un libro que nace como un diamante sin pulir, y que va tomando forma cuando la retratista se enfrenta al desafío que le propone el editor Benedikt Taschen: reunir una selección de imágenes, más de 250, en un libro de dimensiones “sumo” (50x71cm) y una edición limitada de 10.000 ejemplares, numerados y firmados, acompañados de un atril especial creado ex profeso para sostenerlo.
Un valioso legado en papel de 250 gramos, solicitado por la artista para que las fotografías pudieran contemplarse con una nitidez y detalle tan preciosistas como si colgaran de las paredes de una exposición.
Imágenes que reproducen sus incipientes trabajos para la revista “Rolling Stone”, y los glamourosos recreados para “Vanity Fair” y “Vogue”, en los que actores, cantantes, actrices, políticos, deportistas o empresarios son los protagonistas.
“Annie Leibovitz. The Big Book” cuenta con desplegables emblemáticos, como la fotografía repleta de rostros conocidos que celebra el 90 aniversario de la Paramount, y van de la mano con instantáneas de los años 70, junto a otras más actuales de Katy Perry o Daniel Craig, al más puro estilo 007, y en la que la intensidad de sus azules compiten con los de la visión de Vanessa Redgrave, contemplando el río Cuckmere.
Resulta difícil recordar a los no representados pero, sin embargo en esta selección, son varios los que aparecen por duplicado y hasta triplicado.
Nicole Kidman (4), Cate Blanchett (3), Penélope Cruz (3) o Scarlett Johansson (2); compiten con las tres de Arnold Schwarzenegger, Mijail Baryshnikov, Tom Cruise o Carl Lewis, aunque el “top” está ocupado por los “Rolling Stones”, con cinco instantáneas.
Retratos, lugares, objetos
Retratos que acompañan a fotografías de objetos, lugares y personas aparentemente desconocidos.
Imágenes de un pupitre, o de un río, que podrían ser cualquier río o cualquier pupitre, pero no. Esconden una historia detrás que nos invita a imaginar. El pupitre era sobre el que escribía Virginia Wolf en Monks House, en East Sussex (Reino Unido) y el río son las aguas sobre las que escribía y en las que se suicidó.
Es entonces cuando viene la imagen de quien no está físicamente en la fotografía, pero está presente, con la misma intensidad que la de un “clown” llamado Meryl Streep; la desnudez vestida de tatuaje de Angelina Jolie o el descaro de Jerry Hall.
Demi Moore luciendo la belleza de su cuerpo embarazado, emplaza a la posición fetal de John Lennon junto a una desmelenada Yoko Ono, en la que por primera vez, dado el tamaño de la fotografía, se aprecia una goma de pelo, tirada en un rincón del suelo, que desvela que su imagen final quizá no fue la misma que con la que comenzó la sesión.
Blanco y negro y color; multitudinarias, solitarias como la de Woody Allen o Michael Jackson en un delicado abrazo a sí mismo; de la imagen teatral de “Víctor o Victoria” de Julie Andrews, al elenco juvenil de Harry Potter hasta la mismísima Isabel II de Inglaterra.
Esta cuidada edición, da al coleccionista la oportunidad de seleccionar la portada entre cuatro cubiertas distintas: Whoopi Goldberg en una bañera de leche; Patti Smith; el músico, compositor, actor y director David Byrne y Keith Haring.
El libro, además, incluye una entrevista con Annie Leibovitz y textos de Graydon cartel, Paul Roth y Hans Ulrich Obrist y una edición de arte de 1.000 ejemplares encuadernada en piel.
Lo más y lo menos visto de una artista que mira mucho más allá del objetivo. EFE Estio