Llevamos un par de veranos de record, en cuanto llegada de turistas, los cuales han dejado sus euros en nuestras Islas, quizás no proporcionalmente como a muchos les gustaría, pero como en el Sorteo de Navidad, les ha tocado a muchos, el poder hacer una muy buena temporada en sus establecimientos turísticos o relacionados con el sector, que son muchísimos en nuestras Islas.
Hemos pasado el ecuador del verano y aunque queda temporada, muchos de los empresarios-emprendedores de esta tierra, tendrían que empezar a hacer un pensamiento, sobre su futuro empresarial, como aprovechar esta buena temporada y prepararse para la próxima que se augura igual de buena. Habrá que recoger beneficios, para eso se han metido en esto de ser empresario, pero hay que invertir, quizás reconvertir negocios, darles una vuelta, especializarse y buscar nuevos retos, quizás porque no, la expansión.
Todo ello debería pasar por un riguroso análisis de sus negocios, rehacer las cuentas de explotación, hacer nuevos planes de negocio, estudiar la viabilidad de ellos y tomar decisiones. Estas temporadas no van a ser eternas y aquellos que sepan sacar partido y adelantar a sus competencias, ocuparan puestos delanteros en sus sectores.
Es una oportunidad que para sí, querrían otras Comunidades, ya que el éxito no va por todos los barrios igual. No afrontemos otra temporada, ofreciendo más de lo mismo o por lo menos probemos con más productos, mas variedades, más comunicación, más diseño en los establecimientos, empaticemos con nuestros clientes para intentar saber más acerca de sus gustos y que les gustaría encontar en nuestros establecimientos el próximo año que vengan.
Y para aquellos establecimientos que no han podido por ubicación o por su determinada propuesta empresarial paladear estas mieles del verano, el otoño e inviernos pueden ser su gran época, ya que seguro que debido a este gran verano, habrá más clientes dispuestos a gastar en el interior.
