La ministra Ione Belarra, azote de Mercadona, ha afirmado en una entrevista al diario El País que ella no compra en supermercados bajo la marca de ese capitalista despiadado llamado Juan Roig sino que, según afirma, "compra bastantes cosas" en Carrefour y en La Garbancita Ecológica, una Cooperativa de Consumo Responsable Agroecológico de Madrid sin ánimo de lucro, Autogestionada, Popular y Ecofeminista, como reza en su página web.
Después de criticar que Mercadona se ha enriquecido vilmente a costa de empobrecer a la población tras la subida de precios, vemos que La Garbancita Ecológica vende los productos tres y cuatro veces más caros que Mercadona.
Después de criticar constantemente el capitalismo, la ministra dice ir a comprar "bastantes cosas" a Carrefour. Ya saben, una cadena líder en la distribución que se llevan los beneficios (crecientes, por cierto) a Francia y cuyo segundo mayor accionista es Vanguard, o lo que es lo mismo, los dueños de Blackrock, el fondo que está presente por todo y nos dejará sin nada pero seremos felices.
Culpar de la subida de precios a Mercadona para ir a comprar a una cooperativa que vende lo mismo al triple y cuádruple de precio es muy coherente (noten la ironía).
Ir a una cooperativa para fomentar la riqueza local pero "comprar bastantes cosas" en una multinacional que se lleva los beneficios a Francia, también es muy coherente.
Que nos dé lecciones de economía una ministra que no ha gestionado nunca una empresa y cuyos estudios versan en Psicología (los inició) y en técnica superior en integración social, también es muy coherente.
Coherente es también que en España tengamos un Ministerio que fomente la Agenda 2030, agenda que, según nos advierte el coronel Pedro Baños en su libro "La encrucijada mundial", está destinada a beneficiar a unas élites a costa de perjudicar y controlar al resto de la población, todo ello aderezzado con 17 objetivos y 169 metas de nombres bonitos que no generan rechazo. El fin que esconde esta Agenda es ir hacia un gobierno mundial, a través de Naciones Unidas y propulsado por el Foro Económico Mundial. Un gobierno no electo que quiere imponer políticas restrictivas con la excusa de sus objetivos y metas. Pregunten a los ganaderos holandeses.
Por un lado, Belarra fomenta un Cooperativa (sociedad de propiedad conjunta y de gestión democrática) y, por otro lado, dirige un ministerio que fomenta una Agenda que pretende dar el poder global a unos pocos que no han seguido ningún proceso democrático. Todo muy coherente.
Yolanda Díaz, ex de Podemos y ahora de Sumar, acaba de afirmar que la inflación la causan los enormes márgenes que tienen las empresas en nuestro país. Un triple salto mortal para incluir en una frase, sin pies ni cabeza, dos ideas vagas: precios altos con empresarios malos.
El capo de ambas dijo que fue Putin quien creó la inflación. Y éste estudió Ciencias Económicas en la facultad. Pero, tanto le da mientras la masa acate el mensaje.
Mañana toca votar. Voten coherencia y castiguen la falta de ésta y la mentira. Y voten a quien tenga conocimiento de las tres fuerzas que mueven el mundo y que además están en proceso de profundo cambio cada una de ellas: la tecnología, la economía y las finanzas.
