El debate educativo ha sido uno de los temas que han marcado la agenda política desde el año 2013 en nuestro país. Desde entonces, se han puesto sobre la mesa múltiples cuestiones referidas al sistema y al modelo educativo, pero a día de hoy todavía no tenemos claro hacia donde caminamos.
La realidad es que, en estos momentos en España, todo lo que hemos debatido sobre la enseñanza en nuestro país no responde la cuestión principal: ¿para qué educamos? Los informes de datos educativos como puede ser PISA no desvelan la cuestión.
Desde una óptica podemos entender la educación como algo más que la mera instrucción y alcance de algunos objetivos, así como el aprendizaje de destrezas y habilidades para insertarse en el mercado laboral.
Desde otro punto de vista se puede entender la educación como el camino para reorientar la enseñanza a favor a las necesidades de los mercados laboral con el fin de dar una respuesta óptima a las necesidades del futuro. Si a eso le sumamos el dominio de las nuevas tecnologías podríamos llegar a vislumbrar una amputación del derecho de aprendizaje. En este sentido algunas corrientes educativas manifiestan que se ha generado un sistema en el que se ha consolidado el modelo de enseñanza sin educación.
Los retos educativos que nos plantea el futuro son impredecibles. A día de hoy ya sabemos que no sabemos cuáles serán los empleos del futuro. Es por ello que se hace más necesario que nunca que las escuelas tanto de educación primaria como de educación secundaria desarrollen la creatividad de sus alumnos, el talento y no servicios educativos al albur del mercado laboral.
Así pues, las corrientes metodológicas que se tienen que aplicar en los centros educativos tienen que ir encaminadas en esta dirección. La robótca es otro de los pilares fundamentales que van a tomar fuerza a partir de esta próxima década. Es la labor del docente de conectar los contenidos curriculares establecidos en la normativa con las necesidades reales. No se trata, pues, de seguir a pies juntillas lo que me dice la norma; se trata de amoldarlo al contexto.
Sería muy interesante que, a nivel nacional, el Ministerio de Educación crease un instituto que recogiese todas esas prácticas metodológicas aplicadas con mucho esfuerzo en muchos centros educativos de nuestra geografía y con los que se obtienen magníficos resultados académicos y educativos. Ahora mismo en España no podemos competir más que con capital humano o lo que es lo mismo, con talento. Entonces, focalicemos nuestros esfuerzos en eso.