La dimensión del desastre

Si las hordas al mando de Utz Claassen no hubieran acabado con el club a base de luchas intestinas e intereses mediáticos, el Mallorca sería hoy otro club y podría continuar en primera división, tal vez sin alcanzar la élite, pero con un equipo competitivo. No en vano y sin hurgar demasiado no menos de catorce jugadores que vistieron la elástica rojilla y se marcharon por diversas y, en algunos casos, penosas circunstancias, juegan hoy día habitualmente en equipos de primera división.

Hoy día comparar el equipo y la plantilla actuales con los nombres que a vuela pluma se nos ocurren, da una idea de la dimensión del desastre provocado en la mayor institución deportiva de Baleares. Tomen nota de esta alineación: Moya; Ximo, Ramis, Fontás, Fernando Navarro; Asensio, Thomas, Brandon, Chory Castro; Gerard Moreno y Aduriz. Si quieren banquillo aun contamos con Bigas, Saborit, y Sergi Enrich, sin recurrir a jugadores que militan en segunda división. ¿Qué ha quedado de todo este material humano en Son Moix?. Absolutamente nada. Por no quedar no existe siquiera más mallorquinismo que el esgrimido por aficionados sumisos a quienes les deja impertérritos que los dueños sean americanos, chinos o congoleños si se diera el caso, que se mantienen impasibles ante la precariedad económica y social pese a tanto millonario, contemplan atónitos la negociación para el reparto del Lluis Sitjar, el último vestigio bermellón de Palma y se sienten felices ganándole al Lleida después de haber firmado en el libro de honor del Santiago Bernabéu o el Nou Camp. ¡Enhorabuena!.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias