Por Bernat Olmo
Es sorprendente Antich. Mientras está tramitando una ley para impulsar más de 1.000 viviendas sociales en un año, el president del Govern decide presentar un proyecto de construcción de nuevos pisos y la adquisición de edificios enteros para reconvertirlos en VPO. Si se pueden hacer viviendas sin una ley…
Es sorprendente Antich. Mientras está tramitando una ley para impulsar más de 1.000 viviendas sociales en un año, el president del Govern decide presentar un proyecto de construcción de nuevos pisos y la adquisición de edificios enteros para reconvertirlos en VPO. Si se pueden hacer viviendas sin una ley, ¿a qué se debe tanto empeño en aprobarla en el Parlament? Si a Antich le falla esta legislatura la política de vivienda, apaga y vámonos. El president socialista ha renunciado a meter mano en la política turística, en infraestructuras no se está haciendo nada -son tan silenciosas que nadie se entera de lo que hace el Govern- y hay conflictos en sanidad y educación. Si se tuviese que valorar lo realizado en estos meses de legislatura, el Govern de Antich se llevaría un suspenso como una catedral. En política de vivienda se están adoptando medidas, pero de manera improvisada y sin saber cuál es el camino. Un día hace falta una ley y a las 24 horas se presentan medidas antes de que se apruebe la normativa. En definitiva, Antich no sabe qué hacer.
