La imagen que ven es un corazón pintado a mano y colocado delante del centro penitenciario, justo al otro lado de la Vía Cintura. Se trata de una curiosa demostración de amor.
Según fuentes de mallorcadiario.com, una mujer acude diariamente a dicho punto y a cierta hora comienza a hacer señales para que alguien la vea desde el interior de la cárcel.
Pero los gestos corporales no han sido suficientes y no se sabe si como sustitución o como añadido a sus visitas al punto clave, ha decidido colocar un gran corazón rojo, visible desde la misma autopista, para que ese alguien recuerde quién le espera más allá de los barrotes. Una auténtica fuga... de amor.