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Katiana ante la ley

viernes 10 de octubre de 2014, 19:49h

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Este lunes se ve en Palma un juicio nada usual, El fiscal pide 4,5 años de prisión para Katiana Vicens, secretaria general de CCOO en el Archipiélago, por romper la luna de un autocar y amedrentar a un trabajador durante la huelga general de marzo del 2012.

CCOO se ha tomado muy a pecho el asunto y su secretario general, Ignacio Fernández Toxo, llegará de Madrid y estará presente en la vista oral. Luego participará en un encendido acto sindical de solidaridad con Katiana. Será el artista invitado de todo un espectáculo,

Vaya por delante el derecho que asiste a todo ciudadano a un juicio justo a partir del sacrosanto principio de la igualdad ante la ley. Pero lo cierto es que romper la luna de un transporte público y embestir a un honrado trabajador no parece la conducta propia de una líder sindical por mucho que hubiese convocatoria de huelga general de por medio.

Balears ha visto en los últimos años como se imputaba a centenares de cargos y excargos públicos. En la actualidad hay 14 políticos que cumplen condena en diferentes penales, incluidos dos presidentes, y muchos otros también tienen sentencias en su contra que han trucado para siempre su vocación política y ha lesionado seriamente su imagen. Y ninguno de ellos se ha cargado un transporte público en un evidente acto de violencia. También aceptaron su suerte con resignación y no organizaron calenturientos mítines el día que fueron juzgados ni mucho menos el día que tuvieron que ingresar en la cárcel.

Si la ley es igual para todos, no parece de recibo que algunos se sientan con derecho a amedrentar a fiscales y jueces cuando no les gustan sus decisiones porque son ellos los afectados. Es incomprensible que aún existan personas en activo ligadas a cargos sindicales que se crean que están por encima del Código Penal. En este sentido, la presencia de Toxo en Palma sobra por contraproducente y provocativa.

La infanta Cristina se sentó educadamente ante el juez que la había imputado y respondido a todas sus preguntas  sin que ni antes ni después se hubiesen producido algaradas monárquicas. Todo lo contrario. Aguantó improperios e insultos en los aledaños del Juzgado con una compostura y un saber estar encomiables.

Katiana Vicens debería tomar ejemplo de tantos otros que han asumido sus suerte con dignidad. Debería acudir al juicio sin escuderos, ni palmeros, ni costaleros peleones. Haría así un gran homenaje a la justicia que tanto predica defender y al Estado de Derecho que tanto asegura proteger.