Los hechos tuvieron lugar en mayo de 2017 durante el día en el mirador de la torre de Es Verger. Según el escrito del fiscal, el acusado se encontraba manipulando la cerradura de un vehículo, propiedad de un 'rent a car', para apoderarse de lo que había en el interior, pero fue sorprendido por otro hombre que resultó ser un agente de la Guardia Civil de paisano.
El guardia civil se identificó mostrando su placa y el hombre intentó huir en su propio coche para alejarse, pero el agente consiguió interceptarle y sacarle del vehículo antes.
La Fiscalía sostiene que para impedir su detención y con el fin de acabar con la vida del agente, el acusado le agarró e intentó levantarle parar tirarle por el precipicio.
El guardia civil consiguió agarrarse fuertemente a su pierna y fue socorrido por otras personas que se encontraban en el lugar. Aun así, sufrió una contusión en la rodilla y una reacción de estrés secundaria como consecuencia de lo ocurrido. También estuvo parcialmente impedido para sus ocupaciones habituales durante una semana.