Greenpeace ha recalado este fin de semana en Palma con su embarcación emblema, el Rainbow Warrior, en su actual campaña "Prospecciones No" contra la extracción de petróleo en el mar balear. mallorcadiario.com ha hablado con su responsable, Julio Barea,que tiene claro que "estamos seguros de que las prospecciones no se van a hacer".
La confianza destilada por Barea tiene fundamentos legales y burocráticos, pero también de apoyo social. "La situación que hemos encontrado en Balears es inusual. Es maravilloso ver que no hay fisuras. Políticos, empresarios y organizaciones sociales están de acuerdo en la necesidad de parar las prospecciones y eso es muy importante de cara a una solución definitiva a esta situación".
En el aspecto legal, para Greenpeace, "parar las prospecciones ahora tiene un coste cero para las arcas públicas. Basta que el Gobierno publique una vía negativa como la que les hemos hecho llegar desde Greenpeace y se acabó el tema".
A partir de aquí el problema es que "las presiones del lobby energético tiene totalmente seducido con cantos de sirena al Gobierno".
Ante las justificaciones de dependencia energética que argumentan desde Madrid, Barea explica con sorpresa que "todo el petróleo que tienen previsto sacar en Balears duraría 6 meses. Nada más. eso según las estimaciones de la propia empresa y de la Industria Prospectiva. Es ridículo hipotecar el futuro natural de una mar como el Mediterráneo para 6 meses de petróleo". A modo de ejemplo, Barea explica que "sólo con medidas de ahorro energético en el transporte, se ahorraría en un año el mismo petróleo que se pretende sacar".
En cuanto a los riesgos de seguir adelante, "existen directos que son el mal a la flora y la fauna marítima, y potencial ya que un posible vertido sería una catástrofe de mayúsculas proporciones".
Ante toda la información que apunta a que no hay beneficios aparentes para llevar a cabo las prospecciones y extracciones del petróleo del mar balear, Barea apunta de nuevo a las presiones de las empresas energéticas como respuesta a esta situación. "El Gobierno central está empecinado en seguir adelante para tener contentas a las empresas a costa de lo que puedan pensar incluso, como en el caso de Balears, todos los representantes de los ciudadanos, ya sean políticos, empresariales o sociales".