Por primera vez en la historia de nuestra breve democracia la izquierda gobernará durante dos legislaturas seguidas las principales instituciones de las Baleares si no contamos a Ibiza como animal de compañía. Anda Francina Armengol exultante después de arrasar el pasado domingo en las urnas. Como una Khaleesi montada en su dragón ha arrasado por la derecha y por la izquierda dejando un reguero de víctimas y daños colaterales múltiples. El PSIB ha pasado de sacar los peores resultados de su historia en las pasadas elecciones a sacar los mejores aprovechando el tirón de las generales y del sex-appeal de Pedro Sánchez. La lideresa socialista debe de estar ahora mismo regodeándose en su despacho del Consolat y acordándose de todos los que la llamaban fracasada y se burlaban de ella por su falta de carisma.
Como Armengol no ha sacado mayoría absoluta tendrá que volver a pactar con sus socios de MÉS y Unidas Podemos pero esta vez hará valer su fuerza y es que tanto los ecosoberanistas como los de Pablo Iglesias han bajado y mucho y su capacidad negociadora se ha visto mermada y es obvio que de eso se van a aprovechar los socialistas en todas las instituciones. A los de MÉS les ha pasado factura el voto útil hacia el PSOE, la autopista de Campos y el alejarse un poco de sus políticas animalistas y soberanistas, algo que deberán tener en cuenta a la hora de pactar. En cambio los de Podemos se han desinflado a la vez que lo ha hecho su partido en toda España además de por presentar unos candidatos poco atractivos políticamente hablando. Ahora a unos y a otros les tocará decidir si van a apoyar a los socialistas o directamente van a gobernar con ellos con el riesgo de ser fagocitados lentamente durante cuatro años más. El consuelo de todo esto es que se ha evitado que el “trifachito” pillase cacho y revirtiese todo lo avanzado durante esta última legislatura.
En Palma durante el recuento de votos los nervios iban “in crescendo” y es que la balanza estaba 15-14 en favor del Pacte y si las cosas se torcían sólo un poquito (y a punto estuvieron) el Ayuntamiento pasaría a manos de los Mateos Isern, el generalísimo Fulgencio Coll y Eva Pomar de Ciudadanos. Por suerte el PP sacó los peores resultados de su historia y lo mejor es que aún no han tocado fondo, Ciudadanos al final ni sorpasso ni nada de nada y es que sacaron bastante menos votos que en las generales y lo peor es la entrada de los ultras de VOX en las instituciones aunque con bastante peor resultado de lo que ellos esperaban. VOX se ha hecho fuerte en Palma y alrededores pero de aquí a cuatro años este globo de intolerancia, patrioterismo barato y odio se habrá deshinchado después de deleitarnos durante los próximos cuatro años con muchos titulares, fakes y folklorismo del peor y si no tiempo al tiempo. VOX en Palma es esencialmente un partido clasista de zafortezas, ramis de ayreflor y señoronas de Paseo Mallorca.
Lo cierto es que Baleares ha apostado por continuar con las políticas progresistas, políticas de igualdad, tolerancia, servicios sociales, una sanidad y educación públicas y de calidad y por defender nuestra lengua y cultura durante por lo menos cuatro años más.