Jordi Horrach es empresario y una de las nuevas caras del PP palmesano. Formó parte de la candidatura de José Ramón Bauzá al congreso regional. A pesar de haberse retirado de la primera línea, vuelve a la carga y pretende la presidencia del PP de Ciutat. Lo cuenta en Mallorcadiario.
El eslogan de su campaña es “Por Palma, sin complejos”. ¿Tiene algo que ver con el “sin complejos” con el que Carlos Delgado arrebató la alcaldía de Calvià a Margarita Nájera?
No, para nada en absoluto. De hecho, me di cuenta después. Lo de “Por Palma, sin complejos” define muy bien nuestra candidatura, queremos una ciudad de Palma con principios claros, con aquellas ideas que hicieron del PP un partido hegemónico y que creo que hoy por hoy hemos olvidado. De ahí viene la pérdida de votos.
Dos precandidatos no se han podido presentar por defectos de forma, Toni Bauzá y Pablo Pascual, y usted ha recogido el testigo. ¿Cómo llega Jordi Horrach a la candidatura?
Cuando Toni y Pablo ven que no pueden presentarse, son numerosas las personas de sus equipos de trabajo que se dirigen a mi y vienen a buscarme. Yo no participaba en ninguna de las dos candidaturas, pues tras el congreso regional en el que iba en la candidatura de José Ramón Bauzá había vuelto a dedicarme a mi actividad empresarial. Me propusieron recuperar la vía política de ambos para que no quedara huérfana y no pude decir que no. Mi familia me pidió que me quedara en casa, pero son personas que conozco, con las que he trabajado y que les ves en los ojos las ganas de cambiar el partido. No necesitamos una silla y nos mueve solo la ideología.
¿Es la suya la candidatura bauzanista?
Yo haré mías las palabras de nuestro presidente Biel Company; es el momento de quitarnos los ismos, los istas y las demás etiquetas para pensar en las personas. Yo no necesito padrinos. Quizás no soy el candidato más conocido, pero lo cierto, seguro, es que encarno la vía renovadora. No soy ni de uno, ni de otro. Dicen que nunca te olvidas del primer amor y es cierto. Yo con 18 años ingresé en el partido y ese primer amor político no lo reconozco. Quiero volver al PP de Fageda, quiero volver al PP que tenía las ideas claras. Hoy no lo veo, ni veo una estructura fuerte.
¿Qué impresión se lleva de estos primeros días de campaña?
Fantástica. Como empresario y emprendedor que soy, me emociona hacer algo nuevo. Me motiva más que crear una empresa nueva porque aquí trabajamos con la ideología, con la forma de hacer las cosas. Esto no da beneficio económico, el dinero no tiene nada que ver. Hoy en día la política es una profesión de riesgo, hay que estar un poco loco para entrar. En los próximos días la cosa se pondrá más dura, más tensa, pero ahora es un momento para disfrutar de las cosas nuevas. El partido ha tocado fondo y debemos levantarlo.
Las redes sociales las carga el diablo y desde su entorno se han lanzado quejas sobre la transparencia de la campaña.
Por mi parte no se oirá ni una queja. No he ido a discutir ni un aval, ni la figura de un presidente o de un secretario de distrito. Por ejemplo: presentamos 12 candidaturas a juntas de distrito, al final solo se han aceptado 4 y no he entrado a discutir con el presidente del comité, ni me he metido en los plazos, en los defectos de forma, en nada. Quiero que todo el mundo tenga claro que no voy a hacer ruido contra un afiliado del partido ni contra los demás candidatos. Para ganar el congreso hay que llegar a la gente y eso no significa hacerle daño al rival. El rival es un compañero. Tanto Marga Durán como Ana Aguiló defienden posturas muy diferentes a la mía, pero todos somos compañeros de partido.
