Jaguar Land Rover ha realizado una demostración de innovadoras tecnologías desarrolladas gracias a novedosas investigaciones que podrían permitir a los futuros vehículos autónomos circular sin conductor sobre cualquier superficie o terreno.
El proyecto de investigación de Jaguar Land Rover “
AUTONOMOUS ALL-TERRAIN DRIVING” (Conducción Todoterreno Autónoma) ha supuesto una inversión de varios millones de libras y tiene como objetivo fabricar un vehículo sin conductor viable en todas las condiciones meteorológicas para cualquier entorno de conducción de la vida real, tanto en carreteras como en situaciones todoterreno.
Para que este nivel de capacidad todoterreno autónoma sea posible, los investigadores de Jaguar Land Rover están desarrollando tecnologías de sensores de última generación que serán los “ojos” del futuro vehículo autónomo. Puesto que los sensores están siempre activos y disponen de una mejor visibilidad que la del conductor, este avanzado sistema será capaz de proporcionar al vehículo los elevados niveles de inteligencia artificial necesarios para que el coche piense por sí mismo y planifique la ruta que debe tomar en cualquier superficie.
La investigación en
IDENTIFICACIÓN DE SUPERFICIE Y SENSORES DE TRAYECTO EN 3D (Surface Identification And 3D Path Sesnsing) combina cámara, ultrasonido, radar y sensores LIDAR (para ofrecer al vehículo una visión de 360 grados) con sensores tan avanzados que permiten determinar las características de la superficie, hasta la anchura de un neumático, incluso si llueve o nieva, para planificar la ruta.
Los sensores ultrasónicos pueden identificar las condiciones de la superficie al examinar hasta cinco metros por delante del vehículo, por lo que las configuraciones de Terrain Response podrán modificarse automáticamente antes de que el coche pase de asfalto a nieve, o de hierba a arena. De esta forma, se optimiza el rendimiento todoterreno sin pérdida de impulso ni control.
Para completar el trayecto en 3D, es necesario identificar elementos como ramas salientes o barreras elevadas de aparcamiento para determinar si la ruta por la que se va a circular está despejada. OVERHEAD CLEARANCE ASSIST (Control de distancia de alturas) utiliza una tecnología estereoscópica para analizar el trayecto por delante para detectar obstáculos elevados. El conductor programa el sistema con la altura del vehículo, que puede incluir equipaje o bicicletas en la baca, y el vehículo avisa al conductor si no hay espacio suficiente con un sencillo mensaje en la pantalla táctil de infoentretenimiento.
Los sensores también pueden utilizarse para examinar los elementos escarpados de la carretera o del camino por donde se va a circular y adaptar la velocidad del vehículo según sea necesario. TERRAIN-BASED SPEED ADAPTION (TBSA) (Control de la velocidad según las superficies) utiliza cámaras para detectar baches, incluidas superficies desiguales y ondulantes, así como las carreteras muy escabrosas, las irregularidades e, incluso, el agua estancada. Gracias a todo ellos, el vehículo dispondrá de la inteligencia suficiente para predecir el impacto potencial de estas superficies en la conducción y adaptar de manera automática la velocidad para preservar el confort de los pasajeros.