El PSOE reunió el sábado en Madrid a su Comité Federal con la noticia en caliente de la renuncia de repetir en las listas socialistas por parte de Carme Chacón e Irene Lozano. Está claro que se ha iniciado una pugna por colocarse en posiciones clave para lograr escaño, no solo en el PSOE, sino también otras fuerzas políticas. En el PP nadie se atreve a abrir la boca porque mientras Mariano Rajoy sea el que decide quién va y quién no va en las listas, las filas se mantienen prietas y las bocas calladas.
En Balears parece que todos los candidatos repetirán, a excepción de Ramón Socías, sin que se sepa muy bien la razón del cambio ni la identidad del recambio, cosa que aún ha de decidirse. En el PP todo se mantendrá como estaba. Y en Podem, a falta de ver cómo prosperan las negociaciones para ir en coalición con Més y Esquerra Unida, y tras la negativa del Partido Animalista PACMA, parece que Yllanes repetirá como cabeza de lista.
Los ciudadanos no quieren nuevas elecciones, que además no solucionarán nada porque los resultados serán muy similares
Francina Armengol manifestó el sábado, antes de participar en el Comité Federal del PSOE, que veía “lógico” que Pedro Sánchez repitiese como candidato a la presidencia del Gobierno, mostrándole explícitamente su apoyo sin fisuras, en contraposición a otros dirigentes regionales que reclaman que Eduardo Madina vaya más arriba del número 7 de la lista por Madrid que ocupó en los anteriores comicios, lo que se percibe como una maniobra contra el actual secretario general.
Sea como fuere, los cuatro partidos más votados en las elecciones generales del 20 de diciembre (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) repetirán candidatos y repetirán programa electoral. Lo lógico sería que, si estas formaciones han protagonizado un fracaso político de primera magnitud al ser incapaces de formar un gobierno estable, hubiera consecuencias políticas de ese fracaso. Sin embargo no será así. En el país donde nunca jamás se asumen responsabilidades políticas, pedir que alguno de los protagonistas del fiasco político diera un paso atrás sería pedir demasiado. Los ciudadanos no quieren nuevas elecciones, que además no solucionarán nada porque los resultados serán muy similares. Los partidos políticos están conduciendo esta inédita situación con una irresponsabilidad nunca vista antes.