El Ajuntament de Calvià ha encargado a una empresa externa auditar de forma aleatoria los contratos suscritos por el consistorio ¡hasta 10 años atrás! Se trata de una iniciativa presentada por Esquerra Oberta y que el equipo de gobierno municipal, integrado por PSOE y Sí Se Puede Calvià, han hecho suya al entender que así cumplen uno de los puntos incluidos en los acuerdos de investidura.
Aunque a priori esta iniciativa pudiera parecer adecuada y correcta, pues se trata de fiscalizar los contratos suscritos por el consistorio calvianer, lo que realmente se hace es destinar dinero público a una búsqueda indiscriminada de irregularidades sin que conste ninguna sospecha previa o denuncia al respecto de uno o varios contratos concretos.
Se transmite además la idea de que las cosas no se han hecho bien por los anteriores equipos de gobierno al pedir refiscalizar los contratos, pero lo cierto es que todo contrato público ya conlleva unos mecanismos de control que aunque no son infalibles, existen y es responsabilidad de los funcionarios municipales llevarlos a cabo con total rigor. La iniciativa enturbia el trabajo hecho hasta ahora por intevención y los servicios jurídicos municipales, lo cual sin que conste denuncia de un caso concreto, es gravemente injusto.
Andar rebuscando en los cajones de forma prospectiva no es la mejor manera de hacer camino. Lo importante es que si se ha detectado alguna irregularidad, se investigue y se depuren responsabilidades. Pero investigaciones prospectivas, aleatorias, 10 años atrás, parece un ejercicio de ajuste de cuentas más que otra cosa, que además a quienes más perjudica es a los funcionarios de Calvià que ya hicieron su trabajo de control y fiscalización en su momento y que mientras no se demuestre lo contrario –y no haya quien con nombre y apellidos denuncie un caso concreto– lo hicieron y lo hacen con profesionalidad y sujeción a la Ley.
