El estudio sobre población y vivienda, firmado por Luis Álvarez León, catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y José María Vicens Gómez, presidente del Cercle y doctor en Medicina, analiza la evolución demográfica de la comunidad y proyecta diversos escenarios que evidencian la presión urbanística y social que podría generarse si no se adoptan medidas. Según este informe, en 2040 harían falta hasta 230.000 viviendas nuevas.
HASTA 1,5 MILLONES DE HABITANTES EN 2040
El informe destaca que, de mantenerse el actual ritmo de entrada de migrantes -una media de 17.400 personas anuales en los últimos ocho años-, la población de Baleares alcanzará los 1,5 millones de habitantes en 2040. Esto representa un crecimiento del 23 por ciento respecto a 2024, cuando la población se situaba en torno a los 1,23 millones.
El saldo migratorio, según los expertos, es el factor clave en esta expansión demográfica. Reducir esa cifra a unos 4.300 migrantes anuales sería necesario para estabilizar la población y evitar una sobrecarga en los servicios y la infraestructura del archipiélago.
MENOS NATALIDAD; MÁS ENVEJECIMIENTO
A esta situación se suma una preocupante tendencia: el desplome de la natalidad. La tasa de fertilidad ha descendido de 1,33 hijos por mujer en 2008 a 1,05 en 2024, y se prevé que caiga hasta valores de entre 0,72 y 0,88 en 2040. Muy lejos de la tasa de reemplazo generacional, situada en 2,1 hijos por mujer.

El retraso en la edad de maternidad y las condiciones socioeconómicas adversas son factores clave, por lo que el Cercle d’Economia recomienda implementar políticas específicas que incentiven la natalidad y mejoren la conciliación familiar.
Por otro lado, el informe alerta del fuerte proceso de envejecimiento: la población mayor de 70 años pasará de 145.047 personas en 2024 a entre 246.000 y 263.000 en 2040. Esto supone un aumento de entre el 70 y el 81 por ciento, lo que representa un reto para el sistema sociosanitario.
SE NECESITARÁN HASTA 723.000 VIVIENDAS
El crecimiento poblacional se traducirá en una demanda habitacional sin precedentes. Según los cálculos del estudio, Baleares necesitará entre 586.400 y 723.000 viviendas en 2040, frente a los 492.600 actuales. Esta estimación se ha realizado considerando el tamaño medio de los hogares, que bajará de 2,5 personas en 2024 a 2,32 en 2039.
Esto supone la construcción de entre 93.800 y 230.400 nuevas viviendas, sin contar aquellas destinadas al alquiler vacacional, lo que genera una fuerte presión urbanística sobre un territorio ya muy limitado.
"Estos datos evidencian la necesidad de planificar con urgencia el crecimiento urbano, fomentar modelos de ciudad compacta y sostenible y evitar que la escasez de suelo derive en un aumento inasumible del precio de la vivienda", señala el informe.
SALDO MIGRATORIO: EL GRAN CONDICIONANTE

El estudio pone especial énfasis en el papel del saldo migratorio como principal motor del crecimiento. A diferencia de la media nacional, donde bastaría con reducir a la mitad la entrada de migrantes para estabilizar la población, en Baleares sería necesario dividirla por cuatro, lo que evidencia una presión mucho mayor que en el conjunto de España.
Aunque la mayoría de los migrantes son jóvenes, y por tanto no afectan directamente al envejecimiento de la población, sí influyen en el crecimiento de la población infantil, ya que muchas familias llegan con hijos y las mujeres extranjeras tienen de media el doble de hijos que las españolas.
Un comentario
La solucion no es construir 230.000 viviendas en suelo nuevo, no es ocupar más territorio, sí es permitir más alturas salvo en primera linea de mar, prohibir el alquiler turistico salvo el de habitaciones en casas que sean viviendas habituales de sus propietarios para no echar a la gente de los barrios y que controlen a sus huespedes como en Viena, que no se pueda vender la vivienda publica, que revierta para poder asignarla a gente necesitada