Monumental la que le está cayendo a Iker Casillas. Todos los días, a todas las horas se plantea su soberanía en la portería y partidos como el del jueves con la Selección no hacen más que corroborar que su mejor época ya pasó. Eso sí, hay una parte positiva de su nula capacidad aérea: nunca pillará el ébola. El virus no viaja por el aire así que, tranquilo Iker.
