La Asociación Tursiops ha foto-identificado 86 cachalotes durante un proyecto científico sobre esta especie que desarrolla en aguas de las Islas Baleares desde 2003.
Los resultados acreditan la importancia de estas aguas como enclave estratégico para la población mediterránea de cachalote (Physeter macrocephalus), según recoge un artículo publicado en el número de enero la revista de divulgación científica “Quercus”.
La publicación se hace eco de los últimos datos del proyecto Balearic Sperm Whale (BSW), en el que los científicos de la asociación mallorquina, apoyados por voluntarios, investigan esta especie. En las campañas de navegación, los investigadores localizan los cachalotes mediante sistemas acústicos, los fotografían, graban sus clicks de ecolocalización y sistemáticamente toman datos ambientales. Durante las cinco semanas de navegación de la campaña BSW 2015 desarrollada en verano, los investigadores de la Asociación Tursiops han navegado unas 2.000 millas en las que han registrado 43 encuentros con cachalotes y han observado 97 aletas caudales.
Además, se han realizado 92 grabaciones de clicks y codas de comunicación y se han obtenido más de 1.800 fotografías de cachalotes y otros cetáceos. Hace ya más de una década que Tursiops busca, realiza seguimiento y toma datos de los cachalotes en el archipiélago balear, gracias a la colaboración de voluntarios que ayudan a financiar las campañas. Desde 2003, ya son 86 los ejemplares de la especie foto-identificados en la zona. Para el verano de 2016, están previstas seis campañas semanales durante los meses de julio y agosto.
Los datos obtenidos desde que empezó el proyecto han permitido realizar una estima de la población de cachalotes de unos 400 ejemplares en el Mediterráneo occidental así como conocer mejor su comportamiento, según explica el biólogo Txema Brotons, director de investigación y presidente de la Asociación Tursiops. La presencia de machos adultos y de hembras con crías en aguas de Baleares, permite considerar las islas zona de reproducción y “enclave estratégico de primer orden para la conservación del cachalote”. El cachalote, que presenta un ritmo lento de reproducción, está considerado especie en peligro en el Mediterráneo por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
Entre sus principales amenazas figuran el impacto debido a colisiones con grandes buques, la perturbación provocada por el tráfico marítimo y las interacciones con pesca. Los estudios desarrollados por la Asociación Tursiops y la Universidad de Sant Andrews han permitido modelar geográficamente la presencia del cachalote alrededor de las Islas Baleares e identificar zonas de conflicto con la actividad humana, especialmente con el tráfico marítimo y la contaminación acústica. Con esta base, actualmente se trabaja en el diseño de medidas de gestión que permitan la supervivencia de la especie.