El equilibrio del Huesca en su clasificación contrasta con su irregularidad a lo largo de los ocho partidos de liga disputados hasta hoy. En mitad de la tabla con los mismos goles a favor que en contra, los de Anquela sorprendieron con una victoria relevante en el campo del Valladolid y goleando al Córdoba en el Alcoraz, sin embargo fueron avasallados por el Elche (0-3) ante su propia afición lo que genera dudas acerca de su estado actual.
Pasó muchos apuros la temporada pasada para mantener la categoría, igual que el Mallorca, pero han apuntalado la plantilla para transitar con mayor comodidad por esta segunda división en la que, como asegura su técnico, no puedes relajarte ni una sola jornada. Ha confiado su olfato goleador a delanteros de choque, como Borja Lázaro (Leganés) o Urko Vera (Osasuna), pero es en defensa y centro del campo donde efectuó más cambios. Se resiente de las bajas de jugadores clave en la línea de Fran Mérida y Machis, aunque el jugador cedido por el Atlético de Madrid, Samu Sáiz, se ha puesto los galones en esa zona ancha a la que se incorporó el ex del Lugo, Campillo.
Fernando Vázquez recupera a Lekic y deja en la grada, en principio por lesión, a Santamaría, Raillo, Company y Salomao, una de las grandes decepciones para un entrenador con el que triunfó en el Deportivo. Volverá al equipo Oriol, sorprendentemente defenestrado en el Anxo Carro y queda por dilucidar quién acompañará a Yuste en el centro de la zaga, si Ansotegui, la experiencia, o Pleguezuelo, la juventud. Por lo demás ninguna novedad llamativa, salvo el hecho de que la lista incluya a todos los delanteros del plantel. Bien es verdad que los técnicos son los primeros en recordar que poner más jugadores arriba no garantiza más goles. No es menos cierto que eso, en este equipo, se traduce en superar el cero.