Cuentan al Infiltrado que el alctual alcalde de Palma, el socialista José Hila, se empieza a preparar para acabar el mandato en su puesto y no cederle el testigo en junio al teniente de alcalde, el ecosoberanista Antoni Noguera. El relevo debería producirse en función de los acuerdos que PSIB y Més firmaron en 2015 por los que pactaron repartirse el cargo dos años cada uno. Pero, los últimos acontecimientos están impulsando a Hila a pensar que ese relevo no se producirá.
Quienes describen al Infiltrado el actual estado de felicidad por el que atraviesa el alcalde recuerdan que, no hace más de dos semanas, fue el propio Hila el que desautorizó a Noguera modificando su postura sobre el alquiler vacacional; luego fue el cierre de la discoteca Tito's, decidido por Noguera y criticado en privado por la concejala socialista de Comercio; y por último, la contratación de la consultora de cabecera de Més por parte del departamento de Noguera y que forma parte de la investigación penal que ha iniciado la Fiscalía Anticorrupción.
La debilidad de Noguera a dos meses de alcanzar la alcaldía es tal que Hila celebra ya su continuidad, según relatan al Infiltrado testigos de las sonrisas cómplices que se profesan Hila y su equipo más cercano. Un tramo final de legislatura con un alcalde de Més, que ante unas inminentes elecciones deba mostrar las diferencias que le separan del PSIB, es un escenario poco placentero para el primer edil actual.
