La diputada socialista Sofía Hernanz lanzó duras críticas desde Eivissa contra la secretaria general del PSIB, Francina Armengol, que a todas luces son innecesarias, desproporcionadas, muy poco respetuosas e incluso cabría decir que desleales. No se comprende que el apoyo a la candidatura de Pedro Sánchez se pueda construir a base de criticar a otros compañeros, a los que se acusa de forma burda y falsa poco menos de estar a favor del gobierno del Partido Popular y de Mariano Rajoy. Si como dice Hernanz, Sánchez tiene en Balears un apoyo mayoritario, (aunque no se alcanza a comprender cómo pueda ella saber eso), entonces ¿a qué viene arremeter contra Armengol y otros muchos dirigentes y militantes socialistas que han manifestado su apoyo por Patxi López e incluso por Susana Díaz. Además, perseverar en sus críticas a la Gestora es ahondar en la división, que a nada conduce.
Quienes apoyan la candidatura de Sánchez obvian que con él al frente del PSOE se han obtenido por dos veces consecutivas los peores resultados de la historia del partido que un día fundara Pablo Iglesias. Determinados a convertirse en una formación irrelevante e incapaz de alcanzar pactos que garanticen la gobernabilidad del país, y dispuestos a repetir las elecciones generales cuantas veces hiciera falta, y con una pérdida de apoyo electoral cada día mayor -que incluso hubiera hecho que Hernanz dejara de ser diputada, ya que en las últimas elecciones logró su escaño de puro milagro-, los ‘sanchistas’ están tan crecidos y pagados de sí mismos que se creen en el derecho de dar clases de izquierdismo incluso a destacados dirigentes de su propia formación.
Hernanz puede mostrar su apoyo a quien considere que encarna mejor el proyecto socialista y para ello no necesita arremeter contra Armengol, pues con la misma legitimidad con que ella apoya a Sánchez, tiene todo el derecho de cambiar de opinión y considerar ahora que es mejor que lidere el PSOE Patxi López. Y la diputada ibicenca no es nadie para pedirle explicaciones, porque como bien apunta, el voto de un militante pesa lo mismo que el de un líder autonómico. Así pues, póngase tranquila la señora Hernanz y no se crea con derecho a dar lecciones de buena socialista a ningún compañero o compañera.
