Una guerra soterrada, pero al fin y al cabo, guerra. Esta es la lucha que mantienen los comerciantes de los mercados municipales de Palma contra la recientemente constituida Associació d'Empresaris dels Mercats Municipals de Palma, asociación auspiciada y avalada por la Pimem. Para los comerciantes, esta nueva asociación pretende convertir los mercados municipales en meros puestos de restauración, rompiendo así su tradicional idiosincrasia como mercados de venta de productos frescos. Por contra, los segundos lo niegan rotundamente y señalan que aspiran a encontrar un equilibrio entre restauración y venta tradicional, al tiempo que culpan a los consejos de administración de los mercados de todos estos problemas. Finalmente, el Ayuntamiento de Palma entiende que, al ser concesiones, son los propios comerciantes los que tienen que buscar una solución a este embrollo por lo que no va a intervenir, aunque lamenta que estas disputas "estén ensuciando la imagen de los mercados tradicionales de Palma".
La presentación pública a principios de este mes de junio de la nueva asociación de empresarios de los mercados municipales de Palma puso en alerta a los comerciantes de los cuatro mercados municipales de Palma, mercados que gozan de autonomía y con su propio consejo de administración al actuar en régimen de concesión.
Los comerciantes, en especial los del mercado de Pere Garau y del Olivar han puesto el grito en el cielo al entender que determinados comercios no solo se dedican a vender sus productos, sino que además utilizan el local como negocio de restauración, con la posibilidad de adquirir un producto y consumir bebidas. Esto, según ellos, rompe con la venta tradicional de productos frescos.
Estos comerciantes lamentaban que en el mercado de Santa Catalina, casi la mitad de los comercios ya funcionan como negocios de restauración, "lo que está provocando que los usuarios se alejen poco a poco de este mercado".
La primera consecuencia de este rechazo a la nueva asociación se ha producido con la negativa de los presidentes de los mercados de Pere Garau y el Olivar de no permitir que se informe a los usuarios dentro del mercado de la nueva asociación empresarial. Esta postura ha enervado los ánimos de los empresarios y de la Pimem.
Expulsan del mercado de Pere Garau a una empleada de Pimem
Estaba informando de la nueva asociación empresarial
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Frente a estas acusaciones, la asociación de empresarios de los mercados municipales de Palma oferta un discurso bastante diferente. El presidente de esta asociación Toni Torrens, explica a mallorcadiario.com que "lo que queremos es que se dé un equilibrio real entre restauración y la venta tradicional; queremos condiciones igualitarias para todos los socios y miembros que trabajamos en los mercados municipales.Torrens carga contra la decisión de no permitir que se informe de esta sociación al señalar que "lo que nosotros creemos es que los miembros de los consejos de administración de los mercados se creen que son los dueños". Por último, Toni Torrens subraya que "pese a las trabas que nos están poniendo, seguiremos defendiendo nuestros derechos y nuestros intereses. El problema no está entre comerciantes y restauradores, sino en los consejos de administración que hacen sus propias leyes".
CORT NO VA A INTERVENIR
Esta batalla ha llegado al Ayuntamiento de Palma. La directora general de Fires i Mercats del Ayuntamiento de Palma, Maria Antònia Comas, destaca que "ante todo hay que dejar claro que los mercados municipales son concesiones, donde se cede la concesión del mercado y donde se establece que en el mismo debe existir una determinada cantidad de productos frescos".
Comas añade que "si se cumple con la existencia de un mínimo de productos frescos así como otras premisas que se encuentran en los pliegos de condiciones, es la concesionaria la que tiene que dar el visto bueno a determinadas actuaciones. Las concesionarias se han organizado mediante uniones de usuarios y son ellos los que tienen que gestionar, por lo que el Ayuntamiento de Palma no va a a intervenir en esta cuestión".
La directora general incide en que "para Cort, si finalmente nos solicitan que mediemos, pues lo haremos, pero sin olvidar que son entidades mercantiles que actúan bajo su propio criterio".
Maria Antónia Comas, por último, resalta que "entiendo que, al final, lo que se está haciendo es ensuciar el nombre de los mercados municipales. Por mi parte, entiendo que la constitución de una asociación siempre es bueno porque al haber diferentes opiniones, servirá para mejorar los mercados municipales de Palma".