www.mallorcadiario.com

Gestos, discursos y renuncias frente al rey Felipe VI

jueves 02 de agosto de 2018, 22:00h

Escucha la noticia

Este viernes, los Reyes celebran en el Palacio de la Almudaina la tradicional recepción a las autoridades y a una representación de la sociedad civil de Balears con motivo de su estancia veraniega en las Islas. La cita se repite un año más, siguiendo la tradición que instauró el anterior monarca, el rey Juan Carlos. En los últimos años, sin embargo, la cita ha evolucionado hacia un tipo de encuentro abierto a un amplio abanico ciudadano, acorde con la diversidad y la pluralidad de la sociedad balear. Profesionales, miembros de colectivos, de asociaciones, personajes populares, del mundo de la cultura, del deporte, de la empresa… Los convocados conforman una representación tan heterogénea como la comunidad misma en la que lo Reyes pasan sus vacaciones.

Este año, según se ha percibido de las informaciones previas a su estancia en Mallorca, la Familia Real parece dispuesta, además, a tener una mayor presencia pública en la vida normal de nuestra comunidad. De hecho, así se ha advertido ya estos primeros días con el paseo por el mercado del Olivar y la asistencia a un concierto en Port Adriano, junto con la habitual presencia de Felipe VI rey en las regatas de la Copa del Rey.

La Casa Real parece volcada en acercar la institución a la sociedad y convertirla en una monarquía del siglo XXI sin eludir los retos que la presente situación política plantea. No en vano, el contexto actual está siendo aprovechado por determinadas fuerzas políticas y colectivos para cuestionar la monarquía y plantear abiertamente un cambio de sistema. Hasta tal punto es así que, aquí mismo, en Balears, las propias formaciones que conforman la mayoría de gobierno en las principales instituciones proponen debatir en el Parlament si procede celebrar un referéndum para decidir entre monarquía y república.

Algunas de estas fuerzas, junto con otros colectivos de orientación soberanista o abiertamente republicanos, han rechazado públicamente la invitación a la recepción real explicitando un rechazo hacia la Corona en el que no es ajena la propia necesidad de alimentar los ánimos de su bolsa de votantes. Més per Mallorca ha aprovechado su renuncia a asistir a la recepción para etiquetar públicamente a la monarquía como una "institución antidemocrática", y pone el acento en la actuación de Felipe VI frente al intento de secesión impulsado por el independentismo catalán calificándolo como un "discurso cargado de odio contra la ciudadanía catalana”. La OCB también ha rechazado la invitación alegando la situación judicial de los que considera "presos políticos" y critica que la invitación no se haya cursado en catalán. Otras entidades han anunciado que se manifestarán contra los Reyes a la entrada de la Almudaina.

Todos ellos están en su derecho de renunciar a la invitación y expresar líbremente sus ideas. Incluso la Casa Real haría bien en tomar nota de algunos de sus planteamientos a fin de acomodar aún más la institución a los nuevos tiempos y a las nuevas sensibilidades. Una parte de la sociedad española se manifiesta abiertamente republicana, una expresión garantizada precisamente por el régimen democrático del que la monarquía es garante, según la Constitución que fue refrendada por un 88 por ciento de votantes. Los que aprovechan la recepción real para poner en cuestión la figura del Rey deberían ser conscientes de que tienen amparadas su libertad de acción y de expresión por la propia institución monárquica y por un sistema del que no tienen reparos en participar, formando parte incluso de instituciones, gobiernos y administraciones.