Con una extensión de 19,99 kilómetros cuadrados, este municipio es el noveno más pequeño de Mallorca y normalmente pasa desapercibido por su proximidad con Sóller. La zona urbana empieza en la zona des Clot de Fornalutx, en el noroeste de sa vall de Sóller. Todo el contorno urbano está bien conservado y la mayoría de casas tienen la fachada restaurada. La Iglesia es uno de los edificios más relevantes y aparece documentada en 1484. En su interior destaca el órgano. Entre las posesiones destacan las de Monnàber, Bàlitx d’Avall, Montcaire, ses Cabanes y Binisbassí, que perteneció al rey Sancho y cuenta con oratorio privado, en el que se conserva un retablo del siglo XVII. Las tejas pintadas de las casas son uno de los elementos más singulares que se pueden observar en la población. Actualmente hay 28 inmuebles inventariados con tejas pintadas en el voladizo. Declarado lugar histórico protegido en 1972, recibió la Placa de Oro por la Defensa y Mantenimiento de la Villa y el segundo premio nacional de Pueblos Embellecidos y Mantenidos de España en 1983. Cuenta con 600 habitantes y celebra sus fiestas patronales el ocho de septiembre.
