Fiesta fin de curso en el Parlament con acusaciones de corrupción

La X Legislatura del Parlament de les Illes Balears ha tocado a su fin este martes con la última sesión plenaria. Los diputados y diputadas se han mostrado como alumnos en su último día de clase, visiblemente nerviosos y excitados. La emoción ante la inminencia de las vacaciones parlamentarias para todos ellos, excepto para los integrantes de la diputación permanente, era indisimulable.

La última sesión de control al Govern de la presidenta Francina Armengol ha servido para enardecer a las respectivas bancadas, la de los partidos que integran el Ejecutivo y la de los grupos de la oposición.

El asunto estrella con el que unos y otros se han lanzado acusaciones ha sido la corrupción. Por más que las preguntas a los consellers y a la presidenta del Govern eran formalmente sobre asuntos propios de cada departamento, la realidad no ha tardado en aflorar en forma de diálogo de sordos que no conducía a ninguna parte. Algunos incluso han caído en la tentación de lanzar un discurso propio de un mitin electoral, como Jorge Campos (Vox) y Patricia Guasp (Ciudadanos).

Los consellers del Govern, interpelados por los diputados de la oposición, hacían balance de su gestión. “Un gran balance”, ha sentenciado la presidenta Armengol.

El ariete de la euforia gubernamental ha sido el portavoz y conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela. Exhibe continuamente los 100.000 trabajadores más de alta en la Seguridad Social que en 2015. Frente a los 67.000 parados de entonces, ahora hay 40.000 desempleados en febrero.

El PP contraataca con las restricciones del Govern por la Covid-19, el turbio asunto del Hat Bar, el ‘caso Multimedia’ y el ‘caso Puertos’, señalando a Silvia Cano y a Pilar Costa. También el asunto estrella de los socialistas, el caso del ‘Tito Berni’.

El diputado del PP Sebastià Sagreras, ha encendido a los partidos de izquierdas: "La presidenta Armengol ha intentado sacar los doberman y le han salido los perros bufones, cobardes porque no se atreven a contestar en el primer turno de palabra (...), miran de tirar barro, cortos de memoria". A partir de aquí, un show de descalificaciones recíprocas.

El Govern de PSOE, Podemos y Més per Mallorca reacciona con la comida de la líder de los populares, Marga Prohens, con José María Rodríguez y una cincuentena de militantes en un restaurante de Sencelles. En menor medida, con la imputación del presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí. También con unas declaraciones de Prohens en Canal 4 TV sobre las camas elevables de los hoteles, que han sido duramente criticadas por el colectivo de las Kellys. Todo vale y el hemiciclo hierve.

“No ha hecho una p. cama en su vida”, se oye decir a la consellera Mercedes Garrido. El presidente del Parlament, Vicenç Thomàs, recuerda que “estamos en el salón de plenos” y pide calma. La consellera Rosario Sánchez reprocha al PP: “ustedes recuperan a los corruptos”. El conseller de Educación, Martí March, regaña a Núria Riera: “usted no tiene educación”. Garrido vuelve al ataque con un juego de palabras: “Señora Riera, señora barriobajera”. Este ha sido el nivel del espectáculo vivido hoy en la antigua sede del Círculo Mallorquín.

El estruendo apaga las reflexiones moderadas de Josep Melià (El PI) y Josep Castells (Més per Menorca). Pero es el último día de clase y todos tienen ganas de acabar. La presidenta Armengol la primera.

Los diputados que no repetirán el curso que viene se muestran tristes, aunque también los hay que se declaran liberados. Todo cansa. Macho Benalal, Lina Pons, Enric Casanova, Juan Pedro Yllanes, Mae de la Concha, Martí March, entre otros, pasarán a formar parte del colectivo de exdiputados. Para ellos, se acabó el Parlament.

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