Llamado el hombre polivalente fue vicepresidente del Mallorca en 1976 con Juan Ferrer en la presidencia, y dos años después cuando Miquel Contestí se hizo cargo del club en la peor etapa en la historia de la entidad, con el equipo en Tercera y sin un euro en caja. Además fue presidente de la hermandad de los alfonsinos y del equipo de fútbol sala de los 80 años Buades electricista y promotor del Trofeo Ciutat de Palma de fútbol.