Leí una frase, del anterior fiscal general, que decía algo así: En el tema de la violencia de género hemos llegado tarde todos.
Escalofriante por cierta. Las preguntas son muchas cuando sigue habiendo víctimas, a diario, de esta lacra social.
No se han hecho bien las cosas, es evidente. Las leyes son cuando menos extrañas y de lejos, poco ejemplares. No se comprende cómo mujeres en este país puedan estar expuestas sin protección, ante el que las amenaza de muerte. Cierto que se trabaja en ello. Pero hay agujeros legales en algún punto de este trabajo.
También el trabajo está en la educación. En la reglada también, pero la educación en casa es la más importante.
El respeto mostrado en el seno familiar es básico. Tenemos un trabajo extra en casa. La televisión vergonzosa a pesar de Buruaga y de José Luis Moreno, ayuda precisamente a todo lo contrario. El respeto debe ser una asignatura básica en la vida, por supuesto. Siempre.
La igualdad se enseña desde la cuna. Y se aprende con el ejemplo.
Con un largo verano por delante, casas con adolescentes enganchados a internet y padres acalorados puede salir cualquier cosa. Aunque es posible sacar adelante un buen experimento de verano.
