Esta ley es un símbolo

Pocas decisiones del Govern de Bauzá han retratado mejor su ideología. La aprobación de la polémica ley de Símbolos en el último pleno del año manda a sus señorías de vacaciones dejando un salón de plenos que aún echa humo.

Esta ley parece una decisión torpe, en un momento torpe, y con torpes maneras. Las formas (haciendo un bucle al Consell Consultiu) denotan pocas ganas de negociar nada. La fecha en que llega la aprobación de la ley ensucia las relaciones políticas y sociales justo antes de Navidad. La ley en sí es tan o más idológica que la campaña de lazos en las fachadas de los colegios.

¿Qué gana el PP con esta ley, además de volver a encender los ánimos del sector educativo? . Parece que no mucho. Si ideológicamente el partido de Bauzá sospechaba que en los centros educativos de Baleares se hacía política e ideología pancatalista con nuestros hijos, ya hemos visto como con el TIL y la Ley Wert pueden arrimar el ascua a su sardina (ese sería motivo para otro debate). ¿Qué problema hay en que en algunos centros se cuelgue el símbolo que sea?. Y si lo hay, ¿Su erradicación tiene que ser a través de una ley? ¿No han sido capaces de convencer a nadie?. ¿La via tiene que ser la imposición?

Vuelvo al principio. Pocas leyes de esta legislatura habrán sido tan simbólicas como la ley de Símbolos.