A primera hora de la mañana de este jueves, a bordo de una embarcación y mediante un importante despliegue terrestre, los agentes del
Servicio de Vigilancia Aduanera se han desplegado en el Muelle de Poniente del
Port de Palma en una operación destinada a controlar a los
cruceros y ferries que estaban atracados en el puerto.
Según manifiestan diversas fuentes portuarias el despliegue ha sido espectacular y se ha procedido a requerir documentación tanto a los pasajeros de los cruceros como a los tripulantes de los mismos en relación a las autorizaciones de los diferentes buques.
Todo este operativo ha ocasionado enormes colas y retrasos en el recinto portuario, para el desembarco de vehículos y pasajeros que ha repercutido en el tráficos de los autobuses de línea y discrecionales. También ha afectado al tráfico rodado que se produce en el recinto por el desembarque de los vehículos.
A primera hora de la mañana y hasta las 10 horas, los agentes del SVA, han procedido a la identificación de los pasajeros, primero en el ferry Albayzin de Acciona Trasmediterránea, para después continuar en el crucero Arcadia y finalizar con el control del Costa Serena, todos ellos visitantes hoy del Port de Palma.
Según ha manifestado un portavoz de la Autoritat Portuària, la entidad gestora del puerto no tenía conocimiento alguno de dicha operación y desconocía los extremos que habían provocado su realización, la cual por otra parte ha ocasionado retrasos en el desembarque de los pasajeros y en el inicio de las excursiones de los cruceristas pero no en el tráfico marítimo portuario.
Según ha trascendido de fuentes portuarias, el operativo del SVA había sido ordenado desde Madrid, pero dejando a los responsables de Baleares los aspectos concretos de cómo este operativo debía realizarse.
Por parte de SVA no se han dado explicaciones en cuanto a los motivos que han conducido a la realización de este despliegue y al montaje de esta operación de identificación y registro contra los cruceristas que venían a pasar un día de vacaciones en el puerto de Palma.
Llama sumamente la atención que esta operación policial se produzca al día siguiente que el Govern de les Illes Balears haya hecho público que la Agencia de Turismo de las Islas Baleares (ATB) participa en un roadshow que organiza la compañía de cruceros estadounidense Norwegian Cruise Line en dos ciudades del Reino Unido, concretamente en Bristol y Birmingham, para promocionar Baleares como destino de cruceros.
Durante el evento, las Islas Baleares cuentan con un mostrador a través del cual se promociona, entre los agentes de viaje asistentes, el destino Baleares como escala de cruceros. Por otra parte, también se prevé un área educacional en la que técnicos de la ATB formarán al personal de la compañía sobre nuestro destino, explicando cuáles son las visitas de más interés en tierra, lugares de shopping, etc. Todo con el fin de que estos agentes puedan vender mejor el destino entre sus clientes.
El turismo de cruceros es un segmento destacado para el turismo de las Islas Baleares, especialmente por la alta capacidad de gasto que tiene este tipo de turista. Entre enero y septiembre de este año, los principales puertos de Baleares recibieron más de 1.850.000 cruceristas, casi un 20% más que el mismo período del año anterior.
Hasta la fecha nunca se había realizado una operación de tal envergadura y características similares contra los cruceros y ferries que operan en el puerto de Palma.