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¡Es mi investidura, estúpido!

Por Juan Carlos Enrique
miércoles 06 de enero de 2016, 03:00h

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Ya me sabe mal, querido lector, venir a fastidiarle el día de Reyes dándole la brasa con la cosa política. Mire que tenía un artículo de fondo de armario especialmente preparado para la jornada de hoy. Intranscendente, simpático y nada puñetero. Pero no. No hay tregua. Los políticos, los de aquí y los de allá, por obra y gracia de Don Mariano, d’En Artur y de los chicos de la Candidatura de Unitat Popular se han empeñado en politizar las fiestas invernales rompiendo con la arraigada tradición de disfrutar de una merecida –o no- tregua navideña. Un invento este, el de la tregua navideña, que inventaron los combatientes británicos y alemanes del frente occidental de la Primera Guerra Mundial. Ni las tradiciones más arraigadas se respetan ya. ¡Qué tiempos estos!


El lector, que es sin duda avispado, ya intuirá que la apropiación como título de esta columna de la muy prostituida frase arrojadiza de la campaña de Bill Clinton del 92, anticipa que la cosa va sobre el President en funcions de Catalunya y de su largo proceso de, hasta el momento, no investidura.


Escribo estas líneas pocas horas después de que los anticapitalistas e independentistas de la CUP hayan dicho “no” a la investidura de Artur Mas como President abocando a Caltalunya, muy probablemente, a unas nuevas elecciones autonómicas. Es decir, que este partido de extrema izquierda ha decidido tras un eterno proceso asambleario cumplir con lo que desde el minuto uno habían prometido. Han cumplido con su programa y con sus promesas. Esta coherencia ha sido contestada con dureza extrema por parte del entorno de Junts Pel Si y por la maquinaria mediática de la Generalitat. La CUP es ahora el enemigo a batir. Es hilarante escuchar argumentos como que la CUP está al servicio de Madrid, o la desternillante teoría de que el CNI, el centro de inteligencia español, está detrás de la no investidura a Mas. De nuevo se busca el enemigo exterior para justificar la propia incapacidad. Vieja estrategia ésta.


La CUP, no sin un intenso debate interno, ha optado por ser coherente a con sus propias premisas. La noche electoral su líder, Antonio Baños ya dijo que no había suficiente apoyo social para romper con España. También dijo que no investirían a Artur Mas. La maquinaria nacionalista se puso en marcha y han intentado convencer a la CUP para que tirara por el retrete sus planteamientos iniciales y acabara apoyando a Mas. El procés es el procés. Y el conseguir la independencia de Catalunya, por encima de las personas, el Gran Objetivo Único. Eso decían.


La CUP, en un ejercicio de coherencia forzado por sus bases, solo ha pedido algo muy concreto para apoyar la investidura de un presidente de Junts per Si: Que fuera cualquier otra persona distinta del heredero político de Jordi Pujol. Incluso han sugerido nombres. Pero esto ha sido totalmente innegociable. Ni el propio Artur En Quixot Mas ni sus socios de coalición con Oriol Sancho Panza Junqueras al frente, se han planteado ni por un instante sustituir al líder. El acuerdo es el acuerdo. El heredero del pujolismo y líder de un partido investigado que está en las antípodas ideológicas de la CUP e incluso de sus socios de Esquerra Republicana, que se agazapaba como número cuatro en la lista electoral, tenía que ser el líder mesiánico del procés. Si o si. No ha habido negociación posible en este punto.


Algo ha quedado muy claro en este despropósito: Lo importante para Junts pel Si no es el proceso independentista. Es la persona. Se trata de salvar al ciudadano Mas a cualquier precio y por encima de cualquier otra consideración. Y si la CUP no compra esta premisa inalterable, son el enemigo. No se habla en Catalunya del paro, de la economía, de la corrupción, de las ruinosas cuentas públicas. Bueno si, des esto último sí se habla. Utilizando la vieja estrategia de achacar los males internos a un enemigo exterior, se ha vendido a los catalanes que la culpa de todo es de España, el gran enemigo que nos roba. Cuando quien si que parece que ha expoliado Catalunya ha sido el padre de la patria, Jordi Pujol. Vaya lio. La solución a todos los problemas de Cataluña es por tanto, romper con España. Esta es la gran mentira del nacionalismo catalán de hoy y la clave de su expansión en los últimos años, con permiso de Don Mariano, que también ha puesto su parte: Prometer un mundo mejor tras la ruptura. Aunque saben –o deberían saber- que no hay proceso separatista que salga gratis, ni estado solvente que se construya de hoy para mañana. Ni con el mago Mas al frente, ya les digo.


El líder de la CUP ya ha dimitido. Antonio Baños en un nuevo ejercicio de coherencia al haberse quedado solo junto a la mitad de su partido defendiendo la investidura de Mas, decide dejar sus responsabilidades. Sin embargo Artur Mas, el gran fracasado de estas elecciones y de este proceso post electoral ya ha anunciado que seguirá liderando el procés. Se siente fortalecido, o eso dice. Ni un paso atrás. Ni al lado. El mundo al revés.

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