Mucha tensión en el acto de Podem Illes Balears en el salón de actos de la ONCE en Palma. El secretario político de la formación morada visitaba Mallorca en plena crisis por la expulsión de Xelo Huertas, Montse Seijas y Daniel Bachiller y aunque no se esperaba que los tres expedientados tuvieran la más mínima ocasión de acercarse al número dos del partido a nivel nacional, lo cierto es que ha sido inevitable que trascienda la ruptura interna que vive el partido en torno a su líder autonómico, Alberto Jarabo. Al actual secretario general de Podem Illes Balears se le quedó cara de póker cuando algunos de los asistentes exhibieron pancartas pidiendo su dimisión. "Madrid oprime, Balears reprime, fuera opresores", rezaba uno de los letreros que pudieron leerse.
Errejón mostró su respeto por las decisiones adoptadas desde Balears respecto a la sanción a los tres críticos con el secretario general autonómico, Alberto Jarabo, y manifestó que su formación debe ser estricta con su código ético. A parte de un profundo desconocimiento de los detalles que envuelven el caso, las palabras de Errejón no evitan que Podem sea percibida ahora mismo como una formación debilitada, con un liderazgo cuestionado y con un más que preocupante incapacidad de resolver sus problemas internos sin que ello afecte a la estabilidad del Govern o al propio Parlament de les Illes Balears.
Es llamativo, igualmente, que alguien como Errejón, que busca adhesiones a su manifiesto para evitar una “involución democrática” en próximo congreso del partido, pueda aplaudir la decisión de expulsar a dos diputadas que se muestran críticas con Alberto Jarabo por su apoyo a los presupuestos del Govern.