Ha pasado un año desde la última vez que hablé largo y tendido con Miquel Ensenyat y, como el dice, la “coyuntura” ha cambiado mucho. A Ensenyat le quedan unos meses en la presidencia del Consell de Mallorca antes de encarar la campaña electoral como cabeza de lista al Parlament (y, por tanto, candidato a la presidencia del Govern) de Més per Mallorca. Ha accedido a conceder una entrevista a los lectores de mallorcadiario.com en la que habla de su futuro, de carreteras, de su relación con el ecologismo o de turismo entre otras cosas. Y no rehuye las preguntas sobre un tema tan espinoso como el proceso independentista en Cataluña.
LA CARRERA POR EL GOVERN
Hace un año cuando le pregunté si se veía como candidato al Govern me dijo: “Me tiraría a la piscina de candidato al Consell de Mallorca. Todo depende de la coyuntura”. ¿Qué ha cambiado en esa coyuntura para que diera el paso en primarias y se convirtiera en el cabeza de lista de Més al Parlament?
La coyuntura... (ríe) En mallorquín se dice que “un conte fa l'amo, un altre es traginer, i un altre s'ase”. Cuando Biel Barceló dijo que no volvería a presentarse quedó un vacío y sus herederos naturales se habían retirado de la política. Un sector importante del partido me pidió que diera un paso adelante. Además tengo una habilidad...
¿Qué habilidad?
Cuando veo un charco en medio del camino no puedo pasar de largo, tengo que pisarlo.
Es imposible hacer quinielas... ¿Con unos resultados parecidos a los de hace cuatro años, apoyaría a Francina Armengol como presidenta o se postularía usted? Se lo pregunto porque algunos creen que Més fue demasiado generoso con el PSIB.
Bueno, yo tengo una gran ventaja, ni me iba ni me venía ser alcalde y fui alcalde de Esporles diez años. La verdad es que no me lo había planteado. Y luego tampoco parecía que sería presidente del Consell de Mallorca. ¿Por qué no presidente del Govern?
“El tema de carreteras siempre es polémico, es una de esas cosas que a nadie le gusta, pero todo el mundo tiene coche”
CARRETERAS
Por decirlo de una manera coloquial, el GOB y usted han tenido pim pam pum en los últimos meses. Los ecologistas se molestaron por el expediente abierto por asfaltar caminos en La Trapa, se oponen al desdoblamiento de la carretera Llucmajor-Campos, dicen de usted que está a las órdenes del PSIB y que perpetúa un Plan de Carreteras de PP-UM ¿Se han apaciguado los ánimos?
Yo creo que sí. Cada uno tiene que hacer su papel, eso está claro. Las entidades ecologistas tienen su papel, lo tiene la oposición, y nosotros tenemos el nuestro. El tema de carreteras siempre es polémico, es una de esas cosas que a nadie le gusta, pero todo el mundo tiene coche. Hay que ver la cuestión en su conjunto: las carreteras que hemos hecho y las que no vamos a hacer. Y también debe contemplarse la movilidad en bicicleta e incluso a pie. Esta legislatura hemos sacado la Ley de Caminos. Hay que pensar de una manera integral. El Estatuto de Autonomía prevé que los Consells sean competentes en materia de transporte público y ferroviario. Es importante tener esas competencias para llevar a cabo políticas globales. Si haces un plan de movilidad y sólo tienes competencias en carreteras, la cosa queda coja. Hemos trabajado con el Govern... pero tenemos un reto, un cambio de chip. Miremos a cualquier carretera y veremos cuantos coches van con una sola persona. Es una cuestión en la que tenemos que seguir sensibilizando.
La oposición en bloque (PP, El Pi y Ciudadanos) denuncia que el Consell quiere cancelar 13 rondas viarias y dos desdoblamientos previstos en el Plan de Carreteras.
Algunas no se harán porque serán sustituidas por otros proyectos de menor impacto. Se examina cada caso y cada municipio. Por ejemplo en Porreres, o Costitx, o Campanet, o Algaida que es una obra polémica señalada por los ecologistas. Incluso en s'Alqueria Blanca, que es terrible el perjuicio que le causa la carretera actual. Piense que hay carreteras con mucho tráfico que parten en dos un pueblo.
¿Me confirma que la ronda de s'Alqueria Blanca se va a hacer?
Se va a hacer una ronda urbana que saque del pueblo especialmente el tráfico pesado. Se está trabajando en ello. Las obras de Algaida están adjudicadas. Si queremos tener pueblos más amables y más habitables no queda otra que sacar el tráfico rodado.
Le acusan de que cancelar o cambiar los proyectos sin pasar por la Comisión de Movilidad mediante alegaciones al Plan de Movilidad del Govern, lo que aseguran que “raya la ilegalidad”.
Todo tiene que hablarse. Cuando uno hace un anuncio, hace una declaración de intenciones. El trabajo que hacemos es intentar eliminar esos puntos de los que le hablaba. Se hace una propuesta, se trabaja... Mallorca tiene el territorio que tiene, no hay más, y hay que ser muy cuidadoso con lo que se hace. Y no olvidemos que en Mallorca tenemos un millón de coches. Tenemos una realidad muy complicada.
Los atascos en las vías de acceso a Palma son una constante. Esto parece que tiene “mala ferida”...
Yo creo que, como se dice, todo tiene solución menos la muerte (ríe). Siempre lo decía mi abuelo. En el caso de Palma, en breve, veremos un plan que ayudará a descongestionar los accesos. Palma es Palma y las calles son las que son. Creo que hay fórmulas para evitar la congestión.
¿Veremos ese plan antes de que acabe la legislatura?
Una parte sí, incluso algo más. Piense que hay obras en marcha que son complicadas, que estuvieron paradas casi dos años... Cuando hay juzgados de por medio, las cosas de palacio van despacio. Y vuelvo a repetir en la importancia de cambiar el chip. Deberíamos repensar algunas cosas.
TURISMO
El Consell cuenta con las competencias en materia de promoción turística, si bien ha tenido poco tiempo para trabajar en ellas. En el futuro usted puede formar parte del Govern si se reedita por cuarta vez el Pacto de Progreso y tendrá mucho que decir al respecto. La estrategia de promoción pasa por el “better in winter”, el promocionar el turismo de invierno reduciendo al mínimo la promoción de verano porque se entiende que ya vale con lo que tenemos. Creo que todo el mundo es favorable a la promoción de invierno, pero ¿no es arriesgado dejar de lado el verano cuando han bajado las cifras y la tendencia parece que será a la baja?
Debemos recordar algo que ya sabíamos: hemos tenido una coyuntura internacional socio-política con problemas en nuestros competidores que nos ha sido favorable. Eso cambia, esos destinos vuelven a emerger, la gente vuelve a Turquía, a Túnez... Era una coyuntura que ya sabíamos que no iba a durar siempre. El reto era aprovechar esa situación para invertir en calidad, que es aquello en lo que podemos competir. Creo que los deberes se han hecho, por todas las partes, y debemos felicitarnos por ello. Se han hecho muchas inversiones para cambiar un modelo, entendiendo que hay un turismo que nos conviene y otro que no. Vamos a por el turismo que nos conviene, por aquellos que vienen a Mallorca por algo más que el sol y playa. Como bien sabe, hemos estado en Nueva York. Un neoyorquino que busque una buena playa se irá a las Bahamas, a México, tiene el Caribe más cerca. Si viene a Europa debemos ofrecerle un plus: paisaje, gastronomía, patrimonio... eso es lo que debemos poner en valor buscando la excelencia. Hay que poner la calidad por delante de la calidad . Mejor que venga uno que gaste mil euros que mil que gasten un euro, por decirlo de una manera. Y ojo, que no se nos olvide: repartir la riqueza.
“Vamos a por el turismo que nos conviene, por aquellos que vienen a Mallorca por algo más que el sol y playa”
Los payeses de Asaja se quejan de que el PIAT (Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos de Mallorca) se “extralimita” y que prohíbe los usos turísticos de las fincas rústicas, algo que en la anterior legislatura sí era posible y fue aprobado con el acuerdo de los payeses. ¿No hemos dado un paso atrás?
Una cosa es el PIAT y otra la Ley Agraria.
¿Y en este caso no se pisan?
No, porque la Ley Agraria permite actividades asociadas a la explotación agrícola. Por ejemplo: las fincas de la Serra de Tramuntana que tienen una actividad agrícola y también contribuyen a la preservación del paisaje. El PIAT está en fase de exposición, ha habido alegaciones... Todas estas cosas deben hacerse desde el mayor consenso posible. Cuando presentamos el PIAT recibimos críticas desde los esxtremos y eso quiere decir que vamos por el centro, por el buen camino. Creo que ese consenso existe porque hemos tenido muchas reuniones en pueblos y hemos escuchado a muchísimas personas.
Usted mismo ha dicho que algunos han buscado “la demonización del alquiler turístico”. Tenemos una regulación estricta. En un futuro, con esa premisa que usted plantea de más turismo de calidad, ¿sería revisable la zonificación del alquiler vacacional?
Todo se legisla en un momento dado a partir de una determinada realidad. Si las cosas cambian se deben revisar.. Para eso tenemos un Parlament, si no no trabajarían y se podrían ir a su casa. Se alquilaba todo y ahora caminamos hacia otro escenario. Será el mercado el que regule, con menos demanda se reducirá la oferta. Entonces habrá quién pensará que su segunda o tercera vivienda es mejor alquilarla por todo el año y no destinarla al alquiler vacacional. La zonificación fue difícil. Allí donde el alquiler vacacional era un problema para acceder a la vivienda debía tratarse como un problema. Allí donde era un estímulo económico, pues debe tratarse como un estímulo económico. Es lo que hemos intentado tanto con el PIAT como con la zonificación. Es innegable que el alquiler vacacional tiene un impacto positivo en algunos sitios, ayuda al comercio, entre otras cosas.
BALANCE DE LEGISLATURA
Quedan siete meses para poner punto y final a la legislatura. Supongo que me dirá que han sido muy buenas... ¿Cómo han sido las relaciones del Pacte con sus socios de Podemos y de PSIB-PSOE?
Las valoro muy positivamente y, además, valoro los gobiernos basados en pactos, son el futuro. Las mayorías absolutas se han acabado. Antes había un partido de derechas, el PP, y varios partidos de izquierda que debían ponerse de acuerdo para gobernar. Ahora, el futuro Govern será un pacto de izquierdas, de derechas, de centro-izquierda, de centro-derecha... Tenemos un panorama plural a la izquierda, a la derecha y en el centro. Eso en democracia es bueno y muy sano porque apela a los políticos a ponernos de acuerdo. En cuanto al funcionamiento del Pacte en el Consell... Mire, tenemos una gran ventaja, y es que aquí todos nos mojamos las manos. En el Govern hay dos que hacen y uno que mira desde detrás de la barrera. Detrás de la barrera es muy fácil opinar.
“En el Govern hay dos que hacen y uno que mira desde detrás de la barrera. Detrás de la barrera es muy fácil opinar”
Se refiere a Podemos...
Claro. Aquí nos mojamos los tres (Més, PSIB y Podemos). Eso cambia las cosas. Estoy muy contento de cómo ha funcionado el Pacte y es una de las cosas que me hace sentir más orgulloso de presidir el Consell de Mallorca. Los tres partidos hemos sido capaces de llegar a acuerdos muy importantes y de volver a poner al Consell en el lugar que le corresponde. Durante la pasada legislatura no nos llamaban, no nos invitaban, parecía que el Consell era una entidad invisible. Hemos asumido competencias y eliminado duplicidades. Lo que hace el Consell, no lo hace el Govern. Todo eso en un momento en que la Administración es muy complicada y la hemos complicado aún más.
¿Quién la complica?
La última Ley de Contratos, por ejemplo. Se presume de que salió del Congreso muy consensuada, se aceptaron noventa alegaciones, pero no hay Cristo que la aplique. Nos anquilosa... Hemos ido toda la legislatura a contracorriente. El Consell es heredero de la antigua Diputación y necesitaba un cambio radical.
¿Qué le satisface más, de que se siente especialmente orgulloso de estos cuatro años al frente del Consell de Mallorca?
El trabajo que hemos hecho en asuntos sociales. Yo soy educador social y por eso mis intereses pasan por lo social. Si hubiera sido arquitecto tal vez me hubiera interesado más por el urbanismo. Todo lo social es muy importante. Se ha hecho un esfuerzo brutal en servicios sociales. Se han multiplicado por cinco las prestaciones para ayudas a los ayuntamientos para lograr una colaboración efectiva. Llegaremos al final de la legislatura con 280 nuevas plazas residenciales para personas dependientes. Uno de nuestros grandes problemas es qué hacemos con nuestras personas mayores, especialmente con las dependientes, con aquellas que no pueden estar en su casa por temas de salud, o de limitación... Esas 280 plazas aligeran mucho la lista de espera, aunque debemos reconocer que no son suficientes y que debemos seguir invirtiendo. Tenemos dos residencias en marcha, se ha reformado el pabellón C de la Llar d'Ancians... era un pabellón que se dejó pelado, sólo la estructura, y se ha hecho de nuevo. Y también se ha reformado la novena planta de La Bonanova, que son 2.000 metros. Me alegra ser el Ayuntamiento de Ayuntamientos, de poder vertebrar, el haber invertido más de 100 millones de euros en cooperación municipal: alcantarillado, agua potable, mejora de espacios urbanos, archivos municipales, coordinación de bibliotecas... Hay otras muchas cosas, pero, de verdad, creo que de todo esto podemos estar orgullosos y sacar pecho.
¿Y qué le va a quedar en el cajón?
Yo hablaría de cosas que hemos iniciado... Por ejemplo, ahora comienza (y ha costado mucho arrancarlo) el plan de rehabilitación de los molinos del Pla de Sant Jordi. Sólo allí tenemos documentados 1.070 molinos, es una burrada, es el parque eólico más grande de Europa. Y luego los mallorquines no nos fijamos en estas cosas... Hay otros proyectos que me gustaría que continuaran como el plan de las torres de defensa o del Museo Marítimo.
¿Va a tener sede estable ese Museo Marítimo?
Sí, es una cuestión personal que he llevado yo mismo. La sede será en Astilleros de Mallorca. El museo tendrá otros “satélites”, como por ejemplo en Santa Catalina del Port de Sóller que ya se ha cedido. Estamos negociando un centro en Cala Sant Vicenç. Era una asignatura pendiente, y tenemos otras. Estaría bien contar con un Museo de la Industria. Mucha gente cree que en Mallorca hemos pasado del arado al hotel, y no es así. En el siglo XIX y hasta mediados del XX tuvimos una industria importante y, por desgracia, buena parte de ese patrimonio se ha perdido. O un Museo del Turismo... Por cierto, el Coronado que está en Son Sant Joan. Es un avión del que sólo quedan cuatro en el mundo, estaba en el limbo, en territorio de nadie y hemos conseguido una subvención del Estado, se podrá restaurar y podemos decir que será una futura pieza del Museo del Turismo.
Con tanto museo... ¿Qué ha pasado con el monolito de Sa Feixina? Nunca mas se supo.
Es un tema que está en manos de los jueces. Después de la famosa discusión de si se tenía o no que proteger, llegó un contencioso y eso lo decidirá un juez.
¿Va para largo?
Supongo que sí.
“Sa Feixina... Después de la famosa discusión de si se tenía o no que proteger, llegó un contencioso y eso lo decidirá un juez”
INDEPENDENTISMO
Su compañera de partido y vicepresidenta del Govern, Bel Busquets, recogerá su testigo y encabezará la lista al Consell de Mallorca en las elecciones de mayo. Busquets se refiere al “régimen del 78” y desde Més se pide un referéndum de autodeterminación para Mallorca en el año 2030. ¿Comparte usted esas ideas?
Yo en el año 2030 no hago cuentas estar por aquí (ríe).
Políticamente, hablará...
Políticamente, claro. Los que estén en el 2030 harán lo que tengan que hacer. Sólo faltaría que yo les dijera lo que tienen que hacer. En cuanto al modelo del 78... Es lo que le comentaba antes, hay que adaptarse a los cambios. La sociedad mallorquina y española es muy plural y las cámaras de representación deben ser plurales. El modelo constitucionalista del 78 tal y como lo tenemos a día de hoy se aprueba tras un régimen dictatorial. ¿Responde a esa pluralidad? Yo le digo que no. Se necesita revisar, hablamos de soberanía en términos prácticos: el papel de los ayuntamientos ha cambiado. Es un ejemplo cómo han asumido más competencias y la Ley Montoro pelaba a los ayuntamiento de competencias cuando es la primera puerta a la que tocan los ciudadanos. Debemos reforzarlos. Los Consells se cuestionan porque son herederos de las diputaciones, pero no son diputaciones y así lo reconoce la Constitución, son Consells como en Canarias tienen los Cabildos. Esa es nuestra realidad insular, las islas caminan juntas, pero cada una tiene su autogobierno. Todo esto debe repensarse especialmente cuando vemos un afán por recentralizar. Y la Monarquía igual... Se lo dije al Rey, yo soy republicano, el lo sabe y no me escondo, con todos los respetos: “cuando se votó la constitución yo tenía ocho años, y la verdad me gustaría que me preguntaran y poder votar”. También deberíamos replantearnos el papel del Ejército.
“Son presos políticos. Esto no se arregla con represión policial, enviando gente a la cárcel y aplicando el 155. Es una cuestión de dignidad”
¿Presos políticos o políticos presos?
Son presos políticos, lo tengo muy claro, y es un error garrafal. Si alguien cree que esto se arregla con represión policial, enviando gente a la cárcel y aplicando el artículo 155, o bien no ha entendido nada, o bien quiere utilizar el problema con intereses electoralistas. Eso sería imperdonable. Los conflictos en política se solucionan con política, no con represión. Se están equivocando.
La última vez que hablamos usted me dijo que “el independentismo catalán no es romántico, es una cuestión económica”. Me consta que no fue una afirmación bien recibida por algunos de sus compañeros de partido. Ahora un año después y a tenor de cómo han evolucionado las cosas, ¿cree que aún es posible solucionar la crisis catalana con más dinero?
El problema de un conflicto es que cuanto más tiempo pasa, más empeoran las cosas. Debe arreglarse de alguna manera. Mire el absurdo de no aceptar un referéndum, que no es más que contar los votos que hay dentro de una urna. Sin embargo, contamos banderas en los balcones, personas en las manifestaciones... Es absurdo. Para arreglar un conflicto lo primero que debe haber es voluntad, por las dos partes y hablar. Ya no es un asunto estrictamente de dinero, es una cuestión de dignidad.