El Consell de Mallorca celebró el pasado miércoles en el Teatre Principal de Palma la ceremonia de entrega de los Premis Mallorca 2023 de Creación Literaria y Fotografía Contemporánea. Fueron galardonados los autores de los trabajos presentados al certamen en la modalidad de literatura infantil, ensayo, poesía, narrativa y teatro, todos ellos en catalán; y Fotografía Contemporánea.
El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, destacó la vitalidad de los Premis Mallorca, como demuestra que en esta edición se haya registrado la mayor participación de su historia, con 276 obras presentadas. Del mismo modo, 56 proyectos de artistas de seis países distintos concurrieron al Premio de Fotografía.
La mayoría de los premiados aprovecharon su turno de intervención tras recoger sus galardones, diseñados por el ceramista Joan Pere Català, para reivindicar la importancia de los premios literarios en catalán, a fin de promocionar la creación en la lengua propia de Baleares.
Sin embargo, hay que recordar que estos premios literarios en catalán no están en peligro, ni van a desaparecer. El hecho de que en la edición de los Premis Mallorca 2024 se vayan a incluir las modalidades existentes ahora, y se añadan también en castellano, no debilita ni perjudica el certamen. Todo lo contrario, lo engrandece y permite que aún más escritores puedan optar a un galardón prestigioso y reconocido.
El portavoz de Més per Mallorca en el Consell, Jaume Alzamora, lamentó que esta edición “sea la última sólo en catalán y se imponga el castellano”. No se entiende tal afirmación, porque no se impone nada, sino que se amplía el certamen de forma que también puedan participar los creadores que escriban en la otra lengua oficial de la Comunidad Autónoma. Hablar de imposición tendría sentido si se excluyera una lengua; y a la vista está que la que se ha excluido en los últimos años ha sido el castellano.
Que, además, Alzamora acuse de fanatismo, cuando es él quien reclama que se siga discriminando a los escritores en castellano de unos premios sufragados con el dinero de todos los ciudadanos, es lamentable. Los premios en catalán seguirán como hasta ahora, pero no se censurarán las obras en castellano, que aunque a los nacionalistas se les olvide, también es oficial en Baleares.