"Perdiendo el norte", la película española más vista este último mes, estremece. Entre algún chascarrillo dibuja la realidad española. Ésta es la falta de futuro.
Nada más triste y descorazonador que ver ante ti un agujero negro donde construir tu futuro. Algo así se ha encontrado la generación española más titulada de la historia. Muchos han hecho la maleta, tal como hicieron sus abuelos o bisabuelos, y a Alemania que se han ido.
En la película vemos la realidad que les espera y que de nada, de muy poco, sirven sus títulos para vivir dignamente. Frente a ellos, un gran José Sacristán en el papel de inmigrante de los años 50-60. Las diferencias y similitudes entre ambos grupos de inmigrantes: sueños, esperanzas y realidades. Las coyunturas, evidentemente son distintas.
"Perdiendo el norte" sirve para reflexionar y plantearnos qué vamos a hacer, qué pedimos los ciudadanos ante esta falta de futuro.
Si a grandes rasgos podemos decir que el gobierno socialista de Felipe González permitió al hijo del obrero estudiar para llegar a ser abogado, y el gobierno de Rajoy condena al multilicenciado a la emigración, algo se ha hecho mal entre medias.
Tal vez ha llegado el momento del diálogo, del pacto, del consenso, de la lucha por el objetivo común. Bienvenidas son las nuevas formaciones políticas porqué su misión ha de ser ésa, obligar al diálogo y a la colaboración para sacar adelante a una sociedad agotada y desesperanzada.
Hasta hoy aún tenemos derecho a una educación pública pero ya empiezan las restricciones cuando hablamos de educación superior, universitaria. Si los que aún conservamos nuestro trabajo conseguimos pagar las matrículas en una universidad pública, habrá que mandar a los hijos a una casa okupa, en vez de a una residencia de estudiantes.
La educación, la formación, la información y las oportunidades nos salvarán. Estas son las ruedas del futuro. Desengañémonos.
Sin miedo y con confianza debemos prepararnos para este mes de mayo.
Además del bipartidismo, deben terminarse las mayorías absolutas. En cualquier organismo oficial, ayuntamientos, comunidades autónomas y gobierno central deben representarse las necesidades y derechos de los ciudadanos. Y deben defenderlos todos sus representantes. Todos. Porqué todos tendrán buenas propuestas.
Debe terminarse el saqueo al que hemos sido sometidos los ciudadanos por parte de gobernantes y mangantes aliados.
Me alegra y me da esperanza la presencia de Podemos, de Ciudadanos, de todos aquéllos, votantes y representantes, que empiezan a exigir con fuerza que ha llegado el final de una época, que ya se puede hablar de todo, sin cortapisas, que la transición no es actor principal y que el futuro debe dejar de ser negro.
Si queremos que nuestros hijos tengan futuro, el presente es nuestra lucha. Hablemos todos para encontrar el norte y remontar.
