El PSIB pierde las elecciones una vez más y su argumento es que respecto a las autonómicas y municipales de mayo han ganado votos. Y se quedan tan contentos, sin hacer autocrítica ni asumir responsabilidades, porque, según he oído y leído, han experimentado un aumento en apenas unos meses, producto de la gestión de Bauzá. Pues nada, que sigan así, en su mundo particular, sin querer enterarse de lo que está sucediendo y con los mismos líderes de siempre. El PSIB, al igual que el PSOE, necesita de una regeneración total, de gente joven y preparada, que nada tenga que ver con la dirección actual que ha llevado al partido a mínimos; de personas con las que los votantes se puedan identificar y a las que puedan creer, porque en estos momentos y tras su gestión no cuentan con ninguna credibilidad y mucho menos después de haber visto como han reaccionado ante los resultados electorales. Ahora bien, si quieren que el partido se diluya que mantengan en su puesto a la señora Armengol y demás compañeros de travesía, que la nombren secretaria general y que el PSIB sea de verdad un partido histórico, o lo que es lo mismo, que sólo aparezca en los libros de historia.
