El Senado, ese gran desconocido. No sabemos muy bien a qué se dedican los senadores. Tampoco oímos hablar sobre la intervención del Senado como órgano en la vida política y de paso, en la vida cotidiana de los ciudadanos. Puede ser supina ignorancia, extrema discrección por su parte o qué se esté convirtiendo realmente, en lo que la leyenda urbana alimenta, un cementerio de elefantes. Ese lugar donde descansan personalidades políticas con ganas de nada.
Es evidente que ninguna de las tres definiciones es verdad por sí misma. Por supuesto al Senado y a sus señorías se les supone una labor. Por cierto, muy bien remunerada. Incluso puede que importante.
No es menos cierto que sabemos muy poco de esa labor. Será por obvias razones, que a día de hoy se escuchan voces que piden la eliminación de esta cámara. Es cierto que aquello que no sirve, hay que eliminarlo. Ni los siglos que lleva ahí le pueden salvar de la quema por inútil. En general hablo.
Se fue Francesc Antich, expresident del Govern al Senado y poco sabemos de él y menos de su trabajo en Madrid. Le suponemos bien. Y así a otros muchos.
No destacó el expresident Antich por su labor política en Balears. Tuvo más voluntad que realidad ante sus propuestas políticas. Y se le agradece no tener que recordarle por corrupto.
Bauçà, expresident de Balears y etcétera, también quiere irse a Madrid. Los suyos prefieren que esté ocupando plaza en el Senado que estropeando lo poco que queda del Partido Popular balear.
Los ciudadanos tal vez preferiríamos verle en la farmacia.
José Ramón odió a los ciudadanos de estas islas y a las islas en sí desde el primer día e hizo todo lo posible por machacarnos a todos. Lo consiguió durante un tiempo. Cómo lo haría, que los suyos le han dado la última patada. Porqué en el PP balear serán todos muy listos pero lentos … El mirlo blanco que quisieron ver tenía mirada de cuervo, pero no se fijaron.
No me parece justo que alguien a quién su partido desprecia le guarden plaza en el Senado con un sueldo bueno, mucho. Un sueldo que no se va a ganar de ninguna manera.
La ley es injusta. Para el pobre la ley suele ser una putada y a tragar.
Pero ya lo que clama el cielo es el caso de Fabra y Barberà. Con casos abiertos, o a punto de abrirse, apalancados durante 20 años en comunidades y ayuntamientos que han esquilmado sin piedad. Bueno, también es cierto que si se mantuvieron 20 años en el poder como es el caso de Rita, es porqué los valencianos así lo decidieron. Tal vez deberían pagarle ellos el sueldo a su senadora.
Eliminen el Senado ya. Y a los senadores.