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El turismo, material sensible

jueves 18 de julio de 2019, 00:00h

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La bajada en el número de reservas hoteleras esta temporada está teniendo un efecto directo en la evolución a la baja de los negocios vinculados a la oferta complementaria. Comercios y restauración están sufriendo importantes reducciones en sus cuentas de resultados, según declaran sus propios representantes. El fenómeno está teniendo una especial incidencia en zonas de gran concentración turística, como puede ser la Playa de Palma.

Los datos barajados por la Asociación de Comerciantes y Empresas de Servicios Turísticos de Mallorca (Acotur) establecen la baja del número de turistas en esta zona entre un 20 y un 30 por ciento en relación al año pasado. Los afectados consideran que "cuando el sector hotelero se constipa, la oferta complementaria coge una pulmonía".

Esta estadística choca frontalmente con el discurso y las acciones emprendidas, un año más, por colectivos que se manifiestan en contra del turismo. En Palma han vuelto a aparecer estos días pintadas y pegatinas rechazando a los turistas; también las entidades anticruceros han llegado a presentar 10.000 firmas para que sólo pueda atracar un crucero cada día en Palma y que no supere en ningún caso los 4.000 pasajeros. 10.000 firmas suponen una gran movilización de estos colectivos, pero no deja de ser llamativo que sus argumentaciones no vayan acompañadas de datos más sólidos. ¿Por qué un solo crucero diario? ¿Por qué no dos, o ninguno? ¿Todos los cruceros contaminan igual? ¿Qué alternativas existen para poder legislar sobre los combustibles empleados? ¿Qué pisada ecológica real deja este tipo de turismo? ¿Qué impacto tiene esta actividad en la economía y el empleo de la comunidad?

Determinadas afirmaciones pueden sonar a frívolas o cuando menos superficiales. El turismo se está revelando como un asunto excesivamente sensible, sobre el que no conviene arriesgar decisiones que puedan poner en riesgo la actividad de la que depende la economía de Baleares. Toda actuación debería ser meditada y sustentada en datos y estadísticas solventes, involucrando en la toma de decisiones a cuantos más agentes mejor. No sólo a aquellos que expresan una opinión militante y, en muchos casos, preconcebida.