Es muy duro esto de escribir una columna profunda en pleno mes de julio. Si no fuese por la eterna negociación entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no habría absolutamente nada de lo que escribir. La izquierda española vive el más grande suicidio político en directo pero como si nada porque ellos andan como los Pimpinela ibéricos llorando desamores. Pedro Sánchez está demostrando ser cualquier cosa menos un líder. Es obvio que no entendió el socialista el mensaje que le enviaron las urnas. Sin mayoría absoluta no le queda otra opción que negociar, ceder y buscar lo mejor para el país con los votos logrados. En el PSOE van tan crecidos que amenazan con nuevas elecciones sin tener en cuenta que el hastío y hartazgo de muchos votantes de izquierdas junto con el acercamiento cada vez mayor entre las tres derechas le podrían dar un vuelco a los resultados conseguidos el pasado mes de abril.
Por no hablar de la cortedad de miras de Pablo Iglesias que parece preferir una España gobernada por el Trifachito antes que por el PSOE con su apoyo o con ministros independientes escogidos por él. No olvidemos que la falta de apoyo de Podemos a Más Madrid ya le dió la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid a los conservadores como ya una vez Pablo Iglesias prefirió un gobierno de Rajoy antes que con los socialistas . Pedro y Pablo están siendo unos irresponsables de cuidado. Por no hablar del ridículo de Pedro Sánchez pidiendo a PP y Ciudadanos que se abstengan. ¿En serio?
Es imposible no sentir desánimo y desazón ante tal despropósito de país en el que los políticos priman sus intereses personales por encima del de sus ciudadanos. Un país en el que gobierna el Ibex-35 junto con la Casa Real y en el que el voto de sus ciudadanos cada vez cuenta menos. Un país en el que sus ciudadanos sólo se unen para ir en contra de Catalunya pero somos incapaces de unirnos a favor de una España plural y federal que no se alimente de sus miserias. Un país en el que cada vez los ricos son más ricos y la clase media cada vez es más asquerosamente pobre. Un país en el que el odio va ganando terreno a la tolerancia y el respeto. Un país que ha dejado de ir hacia lo que una vez soñamos.
Si no son capaces de llegar a un acuerdo Iglesias y Sánchez deberían retirarse y dar paso a otras personas capaces de entenderse y llegar a un pacto progresista por el bien de España.
