El Pleno de la Sala Civil del Tribunal Supremo ha admitido la demanda de paternidad dirigida contra el Rey Juan Carlos, realizada por la ciudadana belga Ingrid Sartiau. La decisión no supone pronunciamiento alguno sobre el fondo del asunto, sino únicamente que estudiará el caso.
El rey Juan Carlos es aforado ante el Supremo desde el pasado mes de julio, cuando el Parlamento aprobó la reforma legal para incluirle -solo pueden ser juzgados por este tribunal- junto a la Reina Sofía, la Reina Letizia y la Princesa de Asturias.
El pleno de la Sala Civil del alto tribunal se ha reunido para decidir sobre dos demandas y ha decidido admitir la presentada por Ingrid Sartiau, que había presentado muestras de ADN como prueba. El fiscal había solicitado que no se admitiese a trámite, ya que no creía ninguna de las pruebas presentadas, ni en la existencia de relaciones entre el anterior jefe del Estado y la madre biológica. Sin embargo, la demanda realizada por Alberto Solá Jiménez, que afirmaba que su madre biológica y el Don Juan Carlos habían tenido relación antes de que éste fuese rey, no ha sido admitida. Solá, que en caso de ser hijo del rey Juan Carlos sería el primogénito y por tanto heredero al trono, lleva desde los años 90 intentando que sea admitida su demanda de una prueba de paternidad. Tanto Sartiau como Solá alegan que disponen del resultado de unas pruebas de ADN que afirman, con un 91% de probabilidad, que comparten progenitor.