El reinado de la tontería

A pesar de encontrarnos en plena efervescencia de memeces, comparar la trayectoria de Vázquez, después de sólo cinco partidos, con la de sus dos predecesores, prolonga el reinado de la tontería. En primer lugar porque es imposible yustaponer una campaña de quince jornadas y una que aún no alcanza la media docena y menos si entre la plantilla del Chapi Ferrer y Gálvez median seis refuerzos más. Un argumento digno del peor neófito.

El mallorquinismo agradecería otro tipo de respuestas en lugar de la declaración de ardores sentimentales tan fugaces como las exigencias de dimisión colectiva de aquella manifestación del mes de octubre del 2014 que, con el paso del tiempo, se ha ridiculizado a si misma.

Seguimos sin saber cuál es la razón por la que un inversor que deja veintiun millones de euros en caja, coloca al frente de su gestión a un abogado al que le acaban de presentar un par de semanas antes. Peor aún, rodeado de los mismos empleados y ejecutivos de distintas áreas que son quienes que han provocado la desesperada necesidad de tanto dinero.

Tampoco entendemos la razón de tan fuerte desembolso del que no se han invertido más de seiscientos cincuenta mil euros en algo tan crucial como apuntalar al equipo para evitar la posibilidad real de un fatal descenso a segunda división B. Es decir apenas se ha gastado el excedente del ingreso por encima de los veinte millones. ¿Para qué es el resto, para pagar a los acreedores o hacer frente al gasto corriente incluido el de la demolición de Lluis Sitjar?

Mientras Utz Claassen saca a pasear su incontinencia verbal y Gabriel Cerdá reaparece en un palco VIP junto a un familiar lejano, Fernando Vázquez confiesa su convicción de que no creía que esto fuera tan difícil y Maheta Molango tras colocar a sus viejos amigos del Brighton, compartir palco en Soria con Javier Tebas y afirmar que a él nadie le ha pedido un centrocampista, cumple con la función que le han asignado. La pregunta final es ¿quién?