El malestar reinante en la militancia del PSOE por lo que consideran una "deslealtad" de Més y Podemos en las negociaciones por el Consell, puede llevar a tensar al máximo la cuerda en la investidura de Maite Salord como presidenta el próximo 4 de julio.
Los socialistas mantendrán lo que han considerado su propia línea roja, propiciar un gobierno progresista en la isla, pero eso no quiere decir que vayan a apoyar en bloque la candidatura de la líder de Més.
Para este miércoles está convocado un comité insular socialista que deberá decir cual debe ser la estrategia a seguir. Y las opciones son varias. Por una parte, el conseller Santiago Florit ya anunció que Salord no tendría su voto favorable, algo que también comparten otros miembros en el seno del Partido Socialista. Podría quedar ahí la cosa y que la investidura de la nueva presidenta se resolviera en la primera vuelta con los votos a favor de Susana Mora y de la número tres de la formación, María Cabrisas.
Otra de la opciones pasa por la abstención global en la primera vuelta para provocar el empate técnico entre la candidatura de Maite Salord y la que, muy probablemente, presentará el Partido Popular de Santiago Tadeo. Este hecho evidenciaría la relevancia de los tres consellers socialistas ante el empate a 5 de populares y la coalición Més-Podemos.
Quedaría entonces en manos del PSOE la responsabilidad de decidir quien será el próximo presidente del Consell, ya que si el empate se mantuviera en la segunda vuelta, la lista más votada (el PP de Tadeo) se alzaría automáticamente con la presidencia.
