Este 2015 ha sido un annus horribilis para el Partido Popular de Balears. Las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo arrojaron un resultado catastrófico al dejarles únicamente con 20 diputados, 15 menos que en 2011. Pese a ser la fuerza política más votada el PP se vio relegado a liderar la oposición en el Parlamento autonómico. Lo mismo sucedió en el Consell de Mallorca, donde Maria Salom abandonó la presidencia al conseguir solo 10 representantes, 9 menos de los conseguidos en los anteriores comicios. Y también la mayor parte de ayuntamientos importantes como Inca, Calvià, Alcudia, Sóller, Andratx y por supuesto, Palma.
El presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, fue señalado inmediatamente como responsable de la debacle. Eran legión en el PP quienes esperaban con los cuchillos afilados el momento en que el líder absoluto sufriera un revés en las urnas tras abrir multitud de conflictos, en especial la aplicación del Decreto de Trilingüismo, el polémico TIL.
También la defenestración del Mateo Isern, alcalde de Palma, a quien ni la dirección regional ni la Junta Local de Palma presidida por José María Rodríguez, dieron su apoyo para repetir como candidato, generó enorme malestar en el seno de los populares. Y también la aplicación del Código Ético impulsado por Bauzá, que impedía que alguien sobre quien pesara una imputación pudiera ir en las listas del PP, aunque fuera por un asunto ajeno a la política, granjearon muchos enemigos al presidente Bauzá.
EL SECTOR CRÍTICO
El denominado “sector crítico”, integrado por Mateo Isern, Sebastià Sagreras (alcalde de Campos) y algunos más (entre ellos el fundador del partido Gabriel Cañellas), insistieron en que Bauzá debía dimitir. El expresidente del Govern anunció la convocatoria de un congreso extraordinario al que él no se presentaría, pero la dirección nacional del PP no autorizó ningún congreso regional antes de las elecciones generales.
Tras un mes de tiras y aflojas, intervino la dirección nacional del PP y forzó a Bauzá a marcharse al Senado, colocando al frente del partido a un candidato de consenso entre el sector oficialista (afines a Bauzá y a José María Rodríguez) y los críticos: Miquel Vidal.
CANDIDATOS A LAS GENERALES
Se desarrolló una durísima pugna por encabezar las candidaturas del PP a las elecciones generales. Por un lado Mateo Isern anunció que optaría a ser diputado. También dio un paso al frente Álvaro Gijón, secretario general del PP de Palma y mano derecha de Rodríguez, enemigo declarado de Isern. En una junta directiva insular Isern se impuso a Gijón por 99 votos a 51, por lo que fue proclamado nº 1 de la candidatura al Congreso. Catalina Soler y Miquel Ramis fueron elegidos los candidatos al Senado por Mallorca.
Aunque a Álvaro Gijón le hubiera correspondido ser el 4º en la lista, la dirección nacional del PP vetó a Gijón con un gran enfado de Rodríguez y también de la dirección regional. Algunos apuntaron a Isern como responsable del veto, algo que él negó.
ELECCIONES GENERALES
El 20 de diciembre los populares consigueron 3 de los 8 diputados por Balears, 2 menos que en 2011. Mateo Isern aseguró que se había logrado detener la fuga de votos detectada en las elecciones europeas y en las municipales y autonómicas y que se había iniciado la remontada.
A la espera de saber si Mariano Rajoy logrará ser investido presidente del Gobierno, las incógnitas que se ciernen sobre el PP y sobre Rajoy son de gran relevancia. Aunque él anunció inmediatamente su intención de volverse a presentar para liderar el PP su futuro político está en el aire y dependerá de si los populares logran retener el Gobierno o si pasan a la oposición.
CONGRESOS EXTRAORDINARIOS
En 2016 se convocará el congreso para elegir al presidente nacional del partido y tras este habrán de celebrarse los congresos regionales. Parece claro que en Balears el exconseller Biel Company es claro aspirante a liderar el partido con el apoyo del sector crítico, muy reforzado tras la proclamación de Isern como candidato. Está por ver si alguien más querrá dar batalla, aunque es previsible que así sea.
Aunque el PP parece haber liquidado la era Bauzá, aún hay gente afín al expresidente dispuesta a impedir que el PP vire hacia posiciones más regionalistas tras la escora españolista impuesta en la legislatura por Bauzá y Antonio Gómez.