Es lo que pasa cuando se hacen las cosas al buen tuntún, sin ningún tipo de criterio, que al final te sale el tiro por la culata. Solo una semana después de que el Gobierno pusiera en marcha su plan de ahorro energético, una de sus medidas estrella ha caído por su propio peso: los neumáticos ecológicos que quería subvencionar el Ejecutivo ni siquiera existen en el mercado. Ver para creer. El ministro Sebastián ha demostrado que si se quiere, se puede; que es posible hacer todavía más el ridículo y erigirse en el rey de la improvisación, eso sí, en nombre del ahorro energético. Una presupone que cuando el Gobierno lanza un decreto, una ley, medida, norma o lo que sea está convenientemente estudiado y hay informes técnicos y datos que avalan su necesidad, pero no. Parece ser que los ministros con ZP a la cabeza se reúnen los viernes en consejo solo a tomar café y entre magdalena y magdalena van teniendo ocurrencias que después convierten en planes y así nos va. Para colmo de males han tenido que ser los fabricantes de neumáticos los que adviertan al Gobierno de su pequeño fallo. ¡Y luego se llevan las manos a la cabeza cuando les acusan de improvisar! Claro, ellos no improvisan tan solo son unos visionarios, solo así se explica que las ruedas que quieren subvencionar no vayan a estar establecidas como tales (etiqueta A) hasta 2012. Han vendido la piel del oso antes de cazarlo. De cualquier forma la medida en sí está lejos de suponer un ahorro energético de impacto puesto que la subvención es solo de 20 euros por neumático hasta 240.000 unidades, es decir, para 60.000 coches. Y ¿Cuántos vehículos circulan en España? Millones.
